•Boku No Hero Academia•
Diferentes escenarios con el Mitad y mitad.
°Todos personajes le pertenecen a su respectivo creador.
° El personaje de Minatozaki Yua es de mi propiedad ,si deseas utilizarlo primero pide permiso para hacerlo.
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Desperté con dificultad. Normalmente, estaría malhumorada por la falta de descanso, pero esta vez no fue el caso. No había soñado nada en particular, seguía teniendo algo sueño y para ser sincera estaba agotada, pero mi cuerpo no estaba acostumbrado a dormir tanto.
Abrí mis ojos lentamente, dejando que mis orbes dorados se vieran expuestos a la luz que entraba por la ventana, parpadee, buscando acostumbrarme a la iluminación proveniente del sol. Me quejé por lo bajo al tratar de levantarme, no podía moverme, sentía un gran peso que apresaba mi cuerpo contra la cama y me obligaba a permanecer allí, como si las sábanas me atrapaban y se negaban a dejarme ir.
Gire mi cabeza, buscando la razón de mi pesadez. Me encontré de lleno con el rostro apacible y tranquilo del bicolor, completamente dormido. Me sorprendió, pero no me alarmé, por alguna razón pensé que su presencia se trataba de un sueño o fantasía, pero al tocarlo supe que era real, él estaba allí conmigo.
Lo miré con atención; su respiración era tranquila y suave, su piel se veía suave y sin imperfecciones, estaba segura de que se sentirá bien tocarla. Mientas que sus cabellos estaban despeinados y algo enredados, los rojizos y albino caían a los costados de su rostro, entrelazándose. Parecía bastante cómodo y se veia muy lindo.
Me gustaba verle dormir.
Se ve tan apuesto incluso cuando duerme, eso debe ser un talento.
No sé cuanto tiempo pase mirando su rostro de rasgos perfectos, incluso con la cicatriz en el lado izquierdo de su rostro no mermaba la belleza digna de un príncipe que poseía el menor de los Todoroki. Todo en él le llamaba la atención como abejas a la miel.
Sus ojos heterocromáticos se abrieron de golpe, cómo si hubiera sentido mi mirada sobre él, permitiéndome ver sus orbes peculiares. El derecho, era de un frío gris, metálico y profundo, mientras que el izquierdo era azul verdoso, basto y hermosos como el océano. Solo lo vi directamente por unos milisegundos, pero fue suficiente.Me fui hacia atrás por la sorpresa de haber sido pillada mirándole como acosadora. Todo fue muy rápido, deje escapar un pequeño grito y luego todo se fue cuesta abajo; Literalmente.
Cómo duele maldición.
Solté un quejido de dolor, pues ante el sobresalto termine de cayendo de la cama, espaldas, provocando mis piernas, se quedarán sobre la cama mientras que el resto de mi cuerpo se encontraba en el piso. Maldije por lo bajo, siendo incapaz de darme la vuelta, moverme o siquiera intentar levantarme por la incómoda posición.
--Buenos días, cariño...
El bicolor asomo su cabeza por el filo de la cama, frotaba su ojo derecho buscando mitigar su somnolencia, sus cabellos caían a los costados de su cabeza, despeinados y rebeldes.
