Una reina amable con una sonrisa tan cálida que cautiva a su reino, haciendo lo imposible por protegerlo...
Pero por detrás se esconde una mujer completamente diferente, obtiene lo que desea a cuál quier precio, desde un diamante lleno de sangre has...
- dejando los juegos de niños - se metió Antonio - ¿Vamos por la merienda? - preguntó
-Bueno vamos - me resigne
Los tres salimos al jardín donde nuestra habitual merienda estaba esperándonos, pasaba mucho tiempo con esos dos y al parecer ya eran mis mejores amigos.
- ¿Te pasa algo no? - pregunto Martin
- No nada - tome mi taza de té
- Vamos Dali - hablo Antonio - sabemos que te pasa algo por eso hemos venido acá -
Suspiré - si bueno me pasa algo - deje salir - no se si regresar a Alemania - confesé
- Pensé que Dariana ya te había dicho que era definitivo que te ibas - comentó Martin
- Si bueno ella lo afirmó, pero al final es mi decisión regresar o no - dije sinceramente - no tengo ganas de regresar por como están las cosas en este momento - deje salir todo de nuevo
- Creo que no deberías preocuparte tanto, Dariana y el consejo tenemos todo controlado - afirmó el rubio seguro
Antes de que pudiéramos decir algo las campanas sonaron rápidamente, nos miramos y corrimos hacia la sala principal del castillo, Dariana iba entrando con su armadura ya puesta por lo visto estábamos en crisis.
- ¿Que esta pasando? - pregunte
- Enemigos, son más de lo común vienen den sur y del norte - explico - los capitanes aún no están listos, me urge ir a defender el norte - se miraba enojada
- ¿Puedo ir contigo? - pregunte
- ¿Estas segura? - preguntó ella
-si, puedo liderar el ejército del norte en lo que los capitanes se incorporan - explique
- Bien, iré a frente y tu atrás del reino si vez que son muchos retrocede a la barricada y defiendan como puedan - ordeno
-¿Porque no sólo puedo atacar sin más? - pregunte
- Porque las batallas de esta índole son diferentes, no hagas nada tonto - me miro seria
- Esta bien - afirme
- Ve a ponerte tu armadura - ordenó
Contenta las mucamas comenzaron a ponerme mi armadura hecha a la medida no como la del reino cuervo, sonríe porque al fin podría hacer más cosas que sólo representar a la reina.
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Fui directo a la puerta principal del castillo donde Dariana ya estaba lista para salir con el ejército, me subí a mi caballo y los Emperadores se acercaron a nosotros.
- Mucha suerte sus majestades - deseo Tadashi
- Cuidate mucho Dalia - apretó mi mano Okiko
Le sonreí y salimos a toda velocidad, Dariana les informo al ejército del Norte que yo los comandaria contra el que se acercaba. Cabalga mos hacia diferentes direcciones y ya podía ver el enemigo acercándose a las trampas ya hechas por protección, cayeron en ellas y nos colocamos en posición de defensa esperando a los capitanes.
