Éramos silencio, toda la habitación muda,
pero tú conocías las señas, yo no,
Tus ojos hablaban, y al tocarme tu piel también hablaba,
eran susurros, de tu mirada contra la mía, y de tu tacto sobre el mío,
éramos silencio pero tus susurros pronto querían gritar,
y yo me perdía en tu lenguaje, confundida,
Demasiados gritos ininteligibles contra mi piel, contra mis ojos, contra mí,
Por favor, calla, que todos mis sentidos pueden escucharte,
por favor deja que seamos silencio una vez más,
porque siento que gritas, que clamas por auxilio, pero no sé como ayudarte.
YOU ARE READING
AHOGADA
PoetryDe poemas, demonios y amores olvidados [TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS]°