01. Park ChanYeol

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ChanYeol alzó la mirada de su carpeta tan pronto como escuchó la puerta de la entrada de la piscina cerrarse con fuerza y la voz de un hombre que sonaba agotado. Sus ojos no tardaron en analizar al muchacho que se hallaba caminando con el ceño fruncido hacia él, mientras quien parecía ser su manager le pedía paciencia. El chico vestía con ropa cómoda de deporte, unos pantalones cortos negros a juego con una camiseta térmica del mismo color, lo que le permitió a ChanYeol inspeccionar sus piernas musculadas, sus hombros amplios y brazos trabajados. Byun BaekHyun se encontraba ante sus ojos y a diferencia del tierno aspecto que siempre mostraba en las imágenes de sus victorias que había podido observar en distintos foros deportivos, en ese instante solo encontraba rabia contenida en ese rostro bonito que de alguna forma no se convertía en la fealdad malhumorada que cualquiera conseguiría a través de un ceño fruncido.

Su cabello era totalmente negro como el carbón, ayudaban a acrecentar y plasmar la imagen intensa del titán de la natación que BaekHyun era, sus ojos pequeños a la par que brillantes eran un espejo fácil de leer. Solo un post adolescente más, enfadado con el mundo porque no le habían permitido salirse con la suya.

Si la situación fuese diferente a ChanYeol no la habría importado enseñarle a sonreír para él con un par de nalgadas bien dadas, pero se encontraba allí como entrenador y no como el hombre que desde hace más de un año no lograba encontrar un buen compañero de cama por ningún lado. Todos los chicos eran demasiado maleables últimamente y eso lo enfurecía un poco, ya que a su modo de ver el mundo, ningún ser humano debería poner su vida al servicio de otro sin importar la situación. Claro que él no era el más indicado para decir aquello, porque él no sabía nada acerca del amor real y mucho sobre el sufrimiento.

—Park ChanYeol —ChanYeol se levantó quitándole importancia a la posible rabieta que el muchacho estaba dispuesto a mostrar por su absurda broma de bienvenida burlada—. Soy tu nuevo entrenador.

—Mi nuevo entrenador, en pruebas —corrigió BaekHyun. Su flequillo partido resbalando a ambos lados de su cara.

ChanYeol sonrió cínicamente alzando una ceja mientras lo observaba, si el chico pretendía acobardarlo estaba fallando de lleno. A lo largo de su vida había entrenado y conocido a gran cantidad de nadadores profesionales, muchos de ellos con el ego más grande que su propio talento. Todos ellos caían, sus pies no se sostenían sobre el suelo y eso tarde o temprano los hacía darse de bruces contra la realidad de que los talentos deben ser pulidos. En otras palabras, se hundían.

—Empieza a calentar —respondió simplemente ChanYeol, anotando algo en su carpeta. Sus ojos abandonaron sin interés a BaekHyun—. Un calentamiento completo, anotaré cada fallo o ejercicio que crea que puedes llegar a sustituir por uno de mejor utilidad.

—No puedes darme órdenes.

ChanYeol sonrió, una pequeña carcajada sonora que crispó el vello de BaekHyun.

—Soy tu entrenador, claro que puedo, ese es mi maldito trabajo, niño. Rápido, todavía tengo que comprobar cuán bueno eres con el cardio y cómo te desenvuelves en el circuito de carrera exterior antes de que te metas en la piscina.

—Está lloviendo y tienes mis exámenes físicos así como médicos, el anterior entrenador no duró mucho así que son recientes —BaekHyun se sentía extraño con alguien que parecía tener respuesta para todas sus protestas, aquello sin embargo no le importaba. Estaba tanteando el terreno, comprobando si Park ChanYeol sabía lo que hacía o si su mano como entrenador era débil y cedía ante sus caprichos por la falta de paciencia.

—Lo sé, la lluvia no mata a nadie. El circuito exterior no está excesivamente mojado así que podremos usarlo sin problema. Y me gusta comprobar por mí mismo la actitud física de los nadadores que entreno, si tu anterior entrenador era un inútil entonces no tengo porque atender a sus documentos. Ahora empieza a calentar.

I Hate You, Mr Handsome | ChanBaek Donde viven las historias. Descúbrelo ahora