—Es un gusto por fin conocerte, Connie. Eres muy linda, por cierto —le sonrió.

—Gracias. Harry me ha hablado cosas muy lindas de ti.

—Tiene que hacerlo. Le pago mensual para que diga cosas maravillosas de mí —agregó como broma y pronto ambas ríen y entran en una conversación en la que ahora estoy excluido.

Mi madre se acerca a mí, aprovechando que las chicas están distraídas hablando entre ellas.

—¿Así que ya es tu novia oficial? —me susurró para que yo sólo escuchase.

—¿A qué te refieres? —bajé el tono de mi voz.

—¿Te acuerdas que al principio por accidente me confesaste que no estabas seguro que Connie pudiera quererte? ¿Cómo va todo? —trató de hacerme hablar y por un momento olvidé que mi madre casi se enteraba de mi mentira.

—Lo que pasa es que casi lo arruino por tonterías, como siempre, ya me conoces —me miró atenta— Pero nos queremos, mamá. Connie y yo nos queremos mucho.

—¡Perfecto! ¡No lo arruines, Harry! —besó mi mejilla— Recuerda que el amor es algo maravilloso. Y puedo decir que me encanta verte verla con esos ojitos de amor.

Se marchó diciéndome esas palabras que yo me quedé con una sensación extraña. Traté de despejar mi mente y me acerqué a mi hermana y a Connie quienes seguían en una charla.

—Y por eso nos conocimos —terminó de decir Gemma. Ella se volteó a verme— Oh Harry, le platicaba a Connie sobre cómo conocí a mi querido Michal —se refirió a su novio.

¿Tan pronto le cuenta de su vida? Me sorprendo de mi propia familia.

—Interesante, Gem. Pero me llevaré por un momento a Connie —tomé su mano.

—Fue un placer, Gemma —sonrió la castaña y mi hermana asintió.

Fuimos a dejar su saco blanco en el perchero, ahora ella lucía por completo su vestido lila. Le di un vistazo y noté cómo sus pezones ya no se notaban a través de la delgada tela de seda.

—¿Qué pasa? —miró su vestido y luego a mí.

—Oh nada, es solo que... tus pezones ya no se notan como la primera vez, pero me cachaste viéndote —terminé de decir y ella soltó una risa.

—Estoy usando un sostén sin tirantes. Tranquilo, no voy a andar mostrando mis pezones frente a tu familia —soltó otra risa mientras hacía una mueca— Suena raro si lo digo de esa forma.

—Igual te ves linda —besé su frente— ¿Y cómo te fue con mi hermana?

—Es demasiado linda. Me agrada pero me da pena que en algún momento se entere sobre nuestra separación —me mostró una leve sonrisa.

—Ni lo digas. Mi mamá me recuerda que no debo arruinar las cosas contigo —reí un poco y después le di un corto beso en los labios— Pero regresemos con los demás. Tengo que saludar a mi padre.

—Sí, regresemos con ellos —nos tomamos de la mano.

Saludamos a mi padre, e igual pareció contento al vernos aquí. Sin embargo, no dice nada como mi madre porque quizás él es más razonable y respeta mi espacio, o simplemente sabe que será otro fracaso. Le agrada Connie, no hay duda, pero se reserva un poco más en sus comentarios.

La noche iba bien. Tomamos champaña en la terraza, con la vista y el frío aire de una noche de Londres. Como el saco de Connie estaba en la sala, decidí darle el mío para que no sufriera de frío. Ella me sonrió agradecida y yo solo le devolví el gesto.

Rómpeme el Corazón | Harry StylesWhere stories live. Discover now