La intención es lo que cuenta.
Saqué mi lapicera tinte azul y comencé a leer con ansiedad las consignas. Creí asustarme por un instante, pero formulaba bastante bien las respuestas en mí cabeza al leer cada pregunta y me entró una gran seguridad para empezar a escribir.
Por momentos miraba de reojo a Valentín, quien mordía su labio inferior y movía su pierna constantemente, pensando adentro de su evaluación. Estaba confiada en que le iría bien, es decir, él me transmitía eso con su expresión tan calmada.
Alrededor de 20 minutos, con los dedos aún temblorosos y una muy pequeña inseguridad, me levanté de mi banco para entregar la hoja totalmente escrita y prolija junto con el cuaderno de comunicaciones. Más allá de no ver mi nota, sentí un gran alivio por mí parte al sacarme de encima aquella prueba que tenía mis semanas y vacaciones intranquilas.
El viejo amargado sacó una de sus lapiceras coloridas las cuales me traían malos recuerdos, pero a diferencia de la última vez, era de color verde. Tardó un minuto en leer mis respuestas a vista rápida, y colocó un "aprobado" en la parte superior izquierda de la prueba.
— Ya puede irse, García. — Dijo con malagana, devolviéndome las cosas. Creo que nunca en mi vida escuché una frase tan placentera como esa.
No pude ocultar la sonrisa y contuve mis ganas de saltar de alegría. El estudio y las cagadas a pedos de mi vieja habían valido la pena, y oficialmente estaba de vacaciones. Fue increíble como mis revoltijos en el estómago y manos sudorosas desaparecieron de un segundo a otro, dejándome solamente con una euforia recorriendo todo mi cuerpo aliviado.
Valentín sonrió de oreja a oreja y chocamos las manos antes de que yo saliera del salón. Obviamente, iba a esperarlo.
Rezaba con todas mis ganas para que Oliva aprobara ese examen y no tuviera que volver en mitad del verano. Eso si que sería una tortura, y mucho más en esa aula claustrofóbica dónde te cagabas de calor. Sabía que no le afectaría tanto a él, ya que no era la primera vez en llevarse alguna materia, pero entendía completamente el estrés de tener que seguir estudiando en pleno calor y vagancia.
Estuve por 10 minutos al menos, preparada para ver salir al castaño con una gran sonrisa diciendo "aprobé" a través de su rostro, pero mi emoción se vino al suelo cuando me encontré con todo lo contrario. Valen tenía una expresión seria, y al mismo tiempo desilusionada. No podía creerlo, parecía saber mucho cuando respondía a mis preguntas variadas mientras nos evaluabamos juntos. Creí que lo pasaría, estaba tan segura...
— Bueno, ya fue. — Dijo con un tono bajo. Tomé su mano en señal de apoyo, pero antes de consolarlo, volvió a hablar. — Qué bueno que me aprobó, igual.
Al instante sonrió y solté un pequeño chillido para abrazarlo con todas mis fuerzas.
— ¡Sos un tarado! — Le hablé sin soltarlo. Me sentía tan feliz por él, y por mí también.
Oficialmente ahora, estábamos los dos de vacaciones, sin ninguna prueba de por medio.
— Libres al fin, carajo. — Dijo al bajarme de su abrazo, y reí, completamente de acuerdo.
Bajamos casi corriendo las escaleras deseando por fin salir de aquella cárcel, y cruzamos la puerta aliviados de no volver hasta el próximo año.
— Vamos, te acompaño a tu casa. — Dijo el ojiazul tomándome de la mano, pero un grito interrumpió nuestro camino.
— ¿Podemos ir nosotros también? — Nos dijo la voz de Tadeo con una gran sonrisa entre sus labios.
Abrimos los ojos como platos al ver cómo toda la ds3 junto con Juliana estaban allí, viéndonos con una gran felicidad en la cara, esperando por nosotros.
BINABASA MO ANG
• c u p i d o ; wos •
Fanfiction"¿Que tan difícil podía ser convertirme en la cupido de mi mejor amiga?" By wossxoliva Créditos a @terrazadelvacio por la hermosa portada
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Magsimula sa umpisa
