School days with idiots.

El nuevo amigo de Dazai👥

La escuela se encontraba en un territorio con muchos desniveles, el desnivel más alto era el de la cancha, parecía una pequeña meseta de no más de altura. 

Seguí jugando convenciendome que cualquier cosa que le pasara, era culpa de él.

Mientras corría con el balón, volví a buscarlo, está vez lo vi, pero ya no estaba solo. Lo acompañaban dos niños mayores, uno de cabello oscuro y el otro tenía un color rojo raro. Dazai se veía más feliz de lo usual, actuaba más como un niño con ellos y no como el payaso sangrón que solía ser conmigo.

—¿Chuuya, a dónde vas?—voltee a ver a Tachihara ante la pregunta, me di cuenta que no había parado de correr. Para mi mala suerte, cuando estaba casi al borde de la cancha, tropecé con el balon y cai.

Un metro abajo oí los "ouch" que soltaron los niños al ver mi caída. Tachihara y Kaiji se asomabaron de inmediato para ver si estaba bien. Al principio pensé que lo estaba, pero un dolor naciente en mi pierna izquierda hizo que cambiara de opinion. 

Dos dolores en mi se expandian, uno en la pierna y el otro en mi corazon. No diré estupideces como el del corazón dolia más porque claramente no era así, pero aún así dolia mucho. Mis ojos se nublaron y no podía oir bien derrepente. Percibí a Kaiji con sus lentes raros salir corriendo gritando algo. Tachihara se bajo de la cancha conmigo, lo escuchaba mas claramente. Creo que le decía a alguien que se alejara, que tenía que darme espacio aún cuando él no respetaba ese espacio. Podría reír por la contradicción si no me doliera tanto mi cuerpo.

Un adulto me cargo en brazos, al levantarme hizo que algo se moviera en mi pierna, lloré más fuerte en respuesta. 

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Mi escuela no tiene enfermería, por lo que la maestra tuvo que llevarme en su auto a la clínica más cercana. Habían llamado a Kouyou, que nos alcanzó en la clínica. Llegó reclamandole a la maestra, pidiendo explicaciones de lo que pasó y porque no lo habían prevenido. La maestra se veía un poco asustada. El temor se lo contagió al doctor cuando trató muy bruscamente mi pierna y ella le gritó que fuera mas cuidadoso. Tenía una hermana muy sobreprotectora.

Al final resultó ser una fisura*. No sabía que era eso, pero dolía mucho. Me pusieron yeso y las buenas noticias eran que iba a pasar dos semanas sin ir a la escuela, aunque tuviera que quedarme en la cama.

Kouyou iba dandome sermones todo el camino, la verdad solo escuche la mitad.

—¿Pero por qué te caiste, Chuuya? Sueles ser muy consciente de los espacios. ¿Puedes decirme si alguien te empujó? Fue el niño de los lentes de limón?—sacó sus conclusiones incluso si yo no había contestado nada. Me apresure a negar.

—No, creo que Kaiji fue quien le avisó a la maestra. Él es muy raro, pero no me empujaria, es mi amigo.—eso me hizo recordar algo. Hice un puchero.

—¿Qué pasa, Chuuya? ¿Te duele otra vez?—me miró por el espejo retrovisor.

—No pero, ¿sabías que Dazai ya tiene dos nuevos amigos?—hice enfasis en el numero, señalandolo también con mis dedos.

—Chuuya, te dije que te dejaras de juntar con ese niño malcriado.—ella negó con la cabeza.—Y pensar que Mori lo crió aún si trabaja en una escuela, incluso he oido que es muy bueno en lo-

—¡No me junte con él!—le aclaré, ella me miro feo por interrumpirla.—Solo lo vi a lo lejos. ¡Es tan injusto! ¡Él se enojo conmigo por tener dos amigos y ahora él tiene dos!—me cruce de brazos aún con el puchero.

Ane-san volvio a mirarme por el espejo. 

—Oye, Chuuya, ¿no quieres un chocoflan?

—¡Si! ¡Si quiero!—me levanté emocionado, pero me arrepentí al instante al sentir el dolor en la pierna.—¡auch! ¡auch!