-Tranquila, señora Parker, esta chica me busca a mi. - contesta la voz masculina, el imbécil.

-Oh, cariño, ¿es una amiga tuya? - le pregunta la mujer con una dulce sonrisa.

-Si, señora Parker.- le responde Derek con una encantado sonrisa - Se habrá confundido de puerta.- me coge del ante brazo para darme la vuelta - Hasta luego señora Parker, que tenga una buena tarde.

-Lo mismo os digo, queridos - dice la señora antes de cerrar la puerta.

A la que me doy cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, estoy en el salón de la casa de Derek.

-¿Para que has venido? - me pregunta borde cuando cierra la puerta a sus espaldas.

-Quería hablar contigo.. - susurro sin saber si me va a oir o no.

-¿Cómo anoche? - dice divertido.

-Quiero que me expliques todo. - digo mirándole a los ojos. Quiero saber todo aunque parezca una película mala.

Se toma unos segundos en los que me mira de arriba a bajo, como si me estuviese escaneando, para decidir si me voy a volver loca o no si me lo cuenta.

-De acuerda. - suspira al final. - sientate - dice señalando el sofá.

Hago lo que me dice sin pensarlo dos veces, y él se sienta al lado mio.

-Voy a explicarte lo todo, pero como me interrumpas para decirme que es mentira o gilipolleces de esas te echo de casa, ¿de acuerdo? - asiento enérgicamente, él suspira antes de comenzar. - Vale, soy un ángel caído con sus alas, blablabla.. ya te lo dije, lo que te está pasando estos días es que el Cielo y el Infierno va detrás de ti porque desde hace dos mil años nadie habia controlado dos elementos a la vez. - Mira mis tatuajes.- Y creo que tu vas a poder controlar los cinco. Que una mortal controle los cinco elementos es algo que ni el Cielo ni el Infierno quieren, eres diferente, pos eso van a por ti.

-¿Por qué me ayudaste anoche? ¿Que hacian los espíritus? - pregunto rápidamente.

-Entre los demonios existen diferentes tipos, son del grado uno al cinco. El cinco el más poderoso, solo existe un demonio asi, Lucifer, y los de grado uno son los más mediocres. El chico con el que ibas anoche, Bain, es un demonio de grado tres. Lo que hizo fue invocar a los espíritus aunque ellos te puedan tocar no pueden hacerte ningún tipo de  daño tu les puedes hacer más,  pero eso Bain no lo sabia... Cuando empezaste a sentirte débil fue porque tu cuerpo habia conectado plenamente con el bosque, protegiéndote de todo peligro.

Deja de hablar para dejarme asimilar todo poco a poco, aunque creo que si no me he vuelto loca ya nunca lo haré.

Suspiro pesadamente dejandome caer en el respaldo del sofá. Estoy agotada, tanto por lo de anoche y por tanta información de golpe.

Intento asimilarlo todo cuando veo una sombra al lado del sofá, miro asustada pensando que podría ser alguno de los de anoche, o la que me atacó cuando iba en moto pero no, es Kernal.

-Hola Skyler, ¿Qué tal va? - pregunta con su encantadora sonrisa.

Entonces toda mi frustración estalla sin poder evitarlo.

-¿¡Qué que tal voy!? ¿¡Tu eres gilipollas Kernal!? ¿¡Por qué no hiciste nada y me dejaste irme con él!? ¿¡Por qué!?

Sin poder evitarlo comienzo a llorar y escondo mi cara entre mis rodillas para que no me de un ataque de ansiedad hay mismo.

No se si Derek ve a Kernal, pero me da igual. Quiero gritar, y si es a alguien mejor.

Noto una mano en mi hombro izquierdo y levanto la vista para mirar a los ojos claros de Kernal que me observan con pena.

Hijos de los Dioses  Where stories live. Discover now