13 - Una Muralla... ¿Impenetrable?

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—¿Hablar de qué, Ichika? ¡Es claro que tenemos deshacernos de esa manada de pervertidos justo ahora!

—Ahora estás diciendo cosas sin sentido. —Miku se limitó a suspirar ante el comportamiento de su hermana.

—Creo que está mal que hagas que por uno paguen todos. No es justo.

—¿Pues ustedes de qué lado están?

—Ya, ya. Chicas, dejen eso, no vale la pena ponerse a discutir por algo que no viene al caso. —Las palabras de Ichika llegaron a tiempo para evitar ese escenario y así poder mantener centradas a las cuatro que estaban presentes—. Vengan, siéntense. Hagamos esto bien para que no haya cosas sin resolver después, ¿Si?

De alguna forma la peli-rosa logró hacer uso de su estatus como la "hermana mayor" e influir lo suficiente en sus hermanas como para que todas tomaran su sugerencia - unas más a regañadientes que otras. - y se sentaran, cosa que abría la posibilidad de buscar solucionar todo esto de una forma menos... Apresurada, por así decirlo.

—Bien. —Y se dispuso a comenzar—. En primer lugar: ¿No les parece que sería bastante injusto con...? Eh...

—Axel. —Le recordó Itsuki.

—¡Ah sí! —Tras ese recibir ese pequeño empujón de ayuda, carraspeó y continuó—. ¿No les parece que sería bastante injusto con Axel el no darle la oportunidad de defenderse apropiadamente al menos una vez?

[•••]

Nota del Escritor [Su Majestad para ustedes] antes de continuar.

En Japón, no utilizar un honorífico (San, Chan, Sama, etc) al referirse a una persona puede significar una de dos cosas.

Que, uno; se le tiene un gran aprecio a esa persona y se es lo suficiente cercano como para omitirlo... Lo cual claramente no es el caso; o que por el contrario, no tienes el más mínimo sentido de respeto a esa persona, por lo que si la llamas por su nombre a secas puede llegar a sentirse muy insultada.

Ahora sabiendo eso, saquen sus propias conclusiones de la escena y continúen leyendo.

[•••]

Las tres hermanas escucharon atentamente pero solo dos de ellas asintieron aún si todas comprendieron a dónde quería llegar. A Nino no le gustaba para nada que todas fueran tan consideradas, se veía un poco como si, no importara que hiciera, siempre se esforzaran en llevarle la contraria. Se limitó a bufar y mirar a hacia otro lado en respuesta, pero Ichika no le prestó demasiada atención, en su lugar sonrió satisfecha al ver que sus hermanas - la mayoría. - estuvieran dispuestas a cooperar.

—Ok, ok. Entonces vamos, avisemosle a los chicos y escuchemos todo lo que Axel tenga para decirnos... —Sonriendo ampliamente, Ichika juntó sus manos y rió—. ¡Y luego lo lanzamos al basurero todas juntas!

—Bien...

—Suena como un buen plan.

—Hmph.

¿Vieron eso señores? Eso es ser barba- digo, a esto son capaces de llegar las personas cuando evitan dejarse llevar por sus impulsos sin cuidado (Señor escritor no tiene la autoridad moral para hacer este chiste pero le vale verga) y piensan detenidamente las cosas. ¿No es hermoso?

No tanto en realidad.

Cómo sea, se habían puesto de acuerdo para algo y era justamente eso lo que iban a hacer. Y si, todas se levantaron de sus asientos y se dirigieron hacía el extremo del departamento donde los tutores estaban reunidos.

Tutores DivinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora