No era la primera vez que Jungkook se disculpaba con Taehyung, pero seguía sin acostumbrarse a ese lado de él que se disculpaba cuando cometía un error.

Aun así, sabiendo Tae que sus disculpas eran sinceras, le dijo:

—Te perdono.

—¿Qué...? —levantó la cabeza atónito por su respuesta rápida y por supuesto, por perdonarlo tan fácil—. ¿No estás enojado?

—Por supuesto que no —ladeó la cabeza hacia este—. Si me pongo en tu lugar, estaría igual que tú, solo que no reaccionaría tan mal como lo hiciste antes.

—¿Acaso has experimentado todo tipo de sentimientos? Parece que conoces muy bien a las personas cuando se trata de sentimientos.

¿De verdad Taehyung podría entender a las personas?

Detestaba en pocas palabras la humanidad completa, era demasiado antisocial y por pura suerte puede hablar con otros. Entendía los sentimientos de los demás solo porque lo ha vivido.

¿Quién no ha vivido esas experiencias y que se sientan normal cuando a otros le pasa lo mismo?

—No soy un adivino, Jungkook —se apresuró a decir—, solo soy una persona que sabe de sentimientos porque lo ha vivido. Puedo entender cómo te sientes porque ya lo viví solo que a mi manera.

Interesante —dijo la subconsciencia de Jungkook.

Le parecía interesante la forma de pensar que tenía Taehyung. Con lo poco que ha pasado con él, puede describir perfectamente qué tipo de persona es él.

Pacifista, de pocas palabras, empático, y, sobre todo; un buen artista que solo lucha por conseguir lo que quiere.

—Entonces, ¿también sabes cómo se siente estar enamorado? —apoyó su codo en su muslo, recargando su cabeza en la mano.

—No. Puedo entender cualquier sentimiento menos estar enamorado.

—Sorprendente —jugó con la patineta de Tae—. No he de esperar que no lo sientas si eres así.

—No trates de poner tu defecto en mi —observó sus ojos, algo que lograba poner nervioso a Jungkook.

Este se levantó y tras apartar la mirada del peliazul por dos veces, lo observó y luego a la patineta.

—Si sabes cómo usarla, puedes jugar con mi patineta —dijo Tae entendiendo la indirecta de sus ojos.

Jungkook asintió, y algo que no sabía para nada Taehyung, es que este no tenía ni idea de cómo subirse sin tener que tambalearse.

Justo cundo puso el pie derecho, la patineta comenzó a tambalearse hacia los lados. Jungkook trató de mantener el equilibrio hasta que vio el atardecer del cielo. Por suerte Taehyung se apresuró a él y lo sostuvo por la espalda.

—Jeon Jungkook, si no sabes hacer algo, mejor dilo para que no ocurra un accidente. No siempre puedes ser el que impresiona a todos.

—No quiero impresionar a nadie...

—Intenta mentir de lo que quieras, pero no de lo que se ve.

Abultó sus labios solo un poco. A ojos de Taehyung le parecía alguien mayor con muchos caprichos y comportamiento infantil, pero a ojos de otros, solo alguien con carácter fuerte y malhumorado.

En verdad habían momentos en los que quería lograr entenderlo; era una misión imposible.

—Oye, sabes que esta posición... es algo incómoda —Taehyung analizó lo que estaba ocurriendo. Su mano derecha estaba por la espalda mientras que la izquierda rodeaba su delgada cintura.

En verdad que era una situación incómoda si lo pensaba mejor.

Sin ninguna otra queja lo soltó de inmediato y cogió su patineta.

—¿No dijiste que me la ibas a prestar?

—Dije, que, si sabías usarla, podrías jugar con mi patineta. Como no sabes, no me voy a arriesgar a que te des un golpe.

—Taehyung, soy mayor que tú.

—¿Eso que tiene que ver? —alzó una ceja.

—Quiero decir, que, si soy mayor que tú, deberías de hacerme un poquito más de caso, ¿no crees?

—Que seas mayor que yo no significa que deba cumplir cualquier capricho que tengas.

Tras decir eso, Taehyung se sentó de nuevo en el banco, con sus pies encima de la patineta. El mayor solo estuvo aguantándose las ganas de decirle otra vez que lo hiciera, pero pensó que lo confundiría con un niño.

Optó mejor por acercarse al peliazul y con su pierna derecha pateó la patineta, ocasionando que los pies de Taehyung chocaran con el suelo y que su mano izquierda se moviera a la derecha, haciendo una gran línea curvada sobre el dibujo.

—Ups, no fue mi intención hacerlo.

Con la borra Taehyung estuvo listo para borrar aquella línea horrorosa y para nada calculada de su dibujo, aún si eso significaba borrar algunas partes de este. Jungkook, quien no se cansaba aún, tomó la libreta del peliazul antes de que la borrar tocara la hoja.

—Jungkook...

—Es muy difícil verte enojado, solo quiero intentar.

—Es una misión fallida para ti. Dame la libreta.

—¿Por qué sería una misión fallida para mí? —ladeó la cabeza hacia la derecha, abultando un poco sus labios y con una mirada inocente—. ¿Podrías explicarte?

Justamente, aquel chico malhumorado ahora mismo se comportaba como un niño de cinco años: travieso, inocente y preguntón.

—Es increíble que seas mayor que yo —murmuró Tae—. Si quieres terminar esto rápido, dame la libreta para que ambos nos vayamos temprano.

Sorprendentemente Jungkook no quería que ese momento terminara pronto. Quería quedarse más tiempo con Taehyung, no solo para remediar su error, también era porque...

Taehyung tenía algo mágico que lo hacía sentir cómodo cuando en realidad decía que lo incomodaba.

Y así pasaron la tarde hasta el anochecer. Taehyung tuvo que correr tras Jungkook para que le devolviera la libreta, incluso el mayor se subió en algunos juegos de niños para que no lo alcanzara.

Al final ambos pasaron un momento cómico entre jadeo que de seguro nunca olvidarían.

Al final ambos pasaron un momento cómico entre jadeo que de seguro nunca olvidarían

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Stay; KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora