13 • ¡Damián Cuidado!

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Damián.

Después de acabar de salir del baño con Hera nos dispusimos a dormir.

En la madrugada me despierto pero no siento a Hera a mi lado.

- Hera - hablo poniendo mi brazo en su lugar y no la siento.

Me siento en la cama y tampoco la veo en la habitación pero la puerta la veo la puerta abierta, me levanto de la cama y me paro en el balcón tomando un poco de aire y veo a Hera en la esquina de la piscina.

Bajo hasta la piscina y me acerco a ella.

-¿Qué haces acá abajo?

No obtengo respuesta y me acerco más a ella notando que tiene los ojos cerrados.

- Hera despierta.

- Hera - gritó en su oído y abre los ojos - ¿Estás bien?

- Si - contesta mirándo la piscina.

Mi corazón empieza a latir rápidamente y la abrazó sin pensarlo, no se porque lo hice pero tenía la necesidad de hacerlo.

-Me asustaste.

- Lo siento - responde.

- Descuida - contesto separándose un poco de ella - vamos arriba - tomo de su mano.

Caminamos hasta de dentro de la casa y cuando subimos las escaleras está habla.

- Molesta.

- ¿Qué cosa? - preguntó

- Caminar.

- Te dije que te entraría todo - contesto mirando la desde mi hombro recordando lo de hace un rato.

- Cállate - contesta.

- Si quieres repetimos - contesto cerrando la puerta de la habitación una ves dentro

- Quiero dormir - contesta sonriendo - y tú también debes hacerlo, mañana trabajas.

- ¿Sabes que no es algo obligatorio? - preguntó cubriendo la con la sábana.

- Si, pero lo harás de todas maneras - contesta mirándome a los ojos.

- Duerme - contesto dándole un beso en la frente.

- Descansa - responde antes de darme un pequeño beso en los labios.

(...)

- ¿Por qué sigues pensando que es alguna mentira? - preguntar tomando de mi café.

Mi madre todavía piensa que Hera es una de mis "chicas" haciéndose pasar por mi pareja.

- Buenos días - escucho la voz de Hera y tanto mi madre cómo yo miramos.

- Buenos días - contesta mi madre y al verla en segundos la abraza.

- Es muy hermosa hijo - habla alejando se un poco de ella y Hera sonríe.

Amo su sonrisa.

- Lo sé mamá - contesto sonriendo.

- Muchas gracias - contesta mirándo a mi madre.

- Mucho gusto Hera, soy Karla - habla sonriendo.

- Un placer - contesta de igual manera.

- Ya me tengo que ir al trabajo - hablo mirando mi reloj.

- Cuídate hijo - habla mi madre y la beso en la mejilla.

- Adiós hermosa - me despido de Hera besándola.

El Trato De Un Millonario. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora