¿Cena o Guerra?

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-Pueden pasar a la mesa, la cena está servida -nos informa la ama de llaves haciéndonos ir hacia el comedor.

Ya no es necesario sorprenderme, es decir es una mansión de tres pisos, si su comedor no se veía como se ve entonces seria una ridiculez, la oración para describirlo es "si no cagas dinero no tendrás una así jamás". El señor Rick se siente en la punta, mi madre toma asiento a su derecha, Nick a su izquierda sentando a Grace a su lado, yo voy al lado de mi madre mientras Ryan al de mi hermana.

La cena es silenciosa, hasta el momento solo los mayores han intercambiado comentarios cortos, el ambiente no es incómodo, es mas el silencio me hace sentir segura de no decir alguna estupidez, cuando estoy nerviosa siempre tengo vómito verbal y eso no va bien con la chica que quiero aparentar ser esta noche.

-Sam, ¿En qué universidad piensas ir? -la pregunta me toma desprevenida haciéndome abrir los ojos más de lo normal, agradezco no tener nada en la boca por que lo hubiese escupido.

-Yo... creo que la R.U.F.A es una buena opción para mis gustos... -bajo la cabeza a mi plato buscando esquivar los ojos de mi madre.

-Ni hablar, Stanford es la mejor opción -habla ella como si fuese su decisión sacandome un suspiro con algo de odio.

-Las dos son buenas universidades, depende de que gustos decidas seguir -Grace logra defenderme por muy poco.

-¿Y tu Ryan, que universidad tienes en mente? -evade ignorando por completo a Grace.

-Una que este a kilómetros de aquí, tal vez en Latinoamérica no lo sé -comenta con sarcasmo haciendo aliviar mi tensión con una pequeña risa.

El silencio vuelve mientras terminamos de comer, el medallón de lomo al malbec deleita mi paladar, era capaz de gemir de tan buen sabor, al terminar de comerlo desee tener tres platos más. Al terminar trajeron el postre, ¿me puedo casar con la cocinera?, es una pregunta seria, necesito hablar con ella para saber si no es una bruja y en realidad nos quiere envenenar a todos con tanta perfección, la tarta fraisier fascina mis ojos, me debo ver como un pordiosero que no ha comido nada en días.

Segundos a devorar el postre siento el pie de alguien pisar el mío, alzo mi vista viendo como al egocéntrico de enfrente se le escapa una risa traviesa, como la del cuadro sobre la chimenea, la punta de mi sandalia va sobre sus dedos haciendo que ahogue un quejido, muy gracioso chico ego pero no me intimidas, no ahora que tenemos una mesa de por medio.

Seguir molestandolo era una opción, pero de la nada su mirada divertida va a una fría, muy fría, tanto que por poco llega a la de su madre, por un momento pensé que fui causante de aquello, pero al ver como sus ojos concentraban su frialdad en su padre descubri que de lo que sea que estaba hablando con mi madre lo enfureció, ni siquiera los estaba prestando atención, pero como ya había quedado claro, este chico tiene un gran sentido de audición.

-Viene a mi memoria cuando ella pasaba horas en la cocina preparando este postre para dártelo y poder enamorarte con comida... -el relato de mi madre le hace sacar una sonrisa nostálgica al hombre a su izquierda, mi ceño fruncido me hace intentar unir cables, ¿hablan de la señora Manson?.

-Fue la primera chica en intentar invitarme a salir tirando un pastel sobre mi camisa -responde él haciendo reír a mi madre, mis ojos vuelven a Ryan el cual está con los puños cerrados, tengo miedo de que ellos sigan hablando y él explote de furia, me giro a mirar a los dos tortolitos pero estos están en su mundo de "si estamos juntos los demás a la mierda", mierda tu Grace, que ridícula eres enamorada.

-Ella tuvo suerte en poder conquistarte, luego estamos las mujeres como yo, que lastimosamente terminamos encontrando hombres que no valen la pena.

-No seas hipócrita -aquello sale de mis labios sin permiso ni previo aviso, lo último que podía esperar de mi madre era que hablase mal del hombre que soporto los peores tratos de ella. Ante mi respuesta hasta los novios dirigieron su mirada a mi, esto no está bien mas no me callaria ante algo así.

-Cariño, no te metas en la conversación de los mayores -dice ella con falsa paciencia y ternura, volviendo a ser una maldita falsa, que asquerosa.

-No dejaré que te comportes como una ridícula para caerle bien a las personas -vuelvo a atacar, vaya espectáculo y que payasa es mi madre.

-Sam, basta -Grace me lanza en vos baja buscando que no arruine su gran noche, mierda.

Me levanto buscando no hacer más escándalo, salgo del comedor y voy a buscar el sanitario, es increíble como cambian las cosas, estaba segura de que Ryan explotaría y terminé siendo yo la del showcito, me causa vergüenza el hecho de que una hija no defienda a su padre, ¿en que te has convertido Grace?, el señor ha sido el mejor papá del mundo, ha aceptado las infidelidades de mi madre, incluso la que me trajo a la vida, sí, iluso le dirán por seguir con alguien así, más él nunca nos abandonó, estuvo ahí tratandome como si fuese su hija y dándome el espacio necesario para que no me sienta obligada a quererlo, la verdad ha sido lo más cercano a un padre que he tenido aunque nunca lo vi como tal, que su propia hija no lo valore ni lo defienda me hace enojar, supongo que solo tienes que poner a alguien que le interesa enfrente para que comience a cambiar su forma de ser, tan parecida a la señora Ross, increíble.

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