I

67 8 3
                                    

AdriPark123 para ti, corazón, espero que te guste. Lamento mucho la tardanza, gracias por darme de tu tiempo y leer mi trabajo. Que sea un buen día para ti. 💜💜💜

Hay algo llamado voz de mando, o voz de alfa, como le dicen sus padres. A Erick jamás se le había dado la oportunidad de usarlo con alguien, mucho menos con un omega.

Afortunadamente, era bastante bueno controlando sus instintos, por lo que jamás había tenido que lidiar con problemas causados por su lobo, en especial porque éste no solía reaccionar con absolutamente nada.

Erick pensaba que le habría gustado seguir de esa forma.

—Oye, ¿todo bien, bro?

Parpadeó desorientado, enfocando rápidamente los ojos castaños enmarcados por los cabellos tintados de verde. No era un verde fantasía, así que a Erick siempre le había llamado la atención, en él se veía tan natural, que no podía imaginarlo de otra forma.

—Sí, estaba pensando.

—¿En qué?

Se encogió de hombros, sin saber que decir realmente. —Se me olvidó. —de cualquier forma, no había manera de que pudiera solo decirlo, incluso ahora, aquello seguía estando mal.

Pero parecía que no había nada que pudiera hacer al respecto, su lobo interior alzó las orejas. Erick comenzaba a creer que había algo realmente mal en él. Después de todo, ¿cómo era posible que su lobo reaccionara únicamente con él?

Imposible.

—Que novedad. —sonrió ante la pequeña burla de su amigo y se levantó del pupitre, estirando sus brazos en un intento de desentumirse.  —¿Ya te vas a tu casa?

—Sí, ¿por?

—Quiero ir al centro a comprar unas cosas.

Erick asintió. —Te acompaño, no tengo nada que hacer de todas formas.

Era curioso. Erick lo vio sonreír y no sintió que su corazón se acelerara en absoluto, también vio a los músculos tensarse dentro de la camisa del uniforme, y los mechones del cabello que amenazaba con crecer más allá de la barbilla, moverse con el aire que entraba por la ventana. Vio los ojos castaños reflejar la luz del foco sobre ellos y como los largos dedos rascaban superficialmente su frente. Vio todo eso y no sintió absolutamente nada.

Y, sin embargo, fue totalmente conciente de ello. Él, Erick Devinson, estaba probablemente, muy probablemente, experimentando lo que era su primer enamoramiento.

El problema, es que no estaba seguro de querer que su primer amor fuera justamente él. Porque a final de cuentas, Vincent Evans, era solo su amigo. Y era, para su disgusto, otro alfa.

VincentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora