Simplemente sus ojos no daban crédito de lo veían: a un muy entregado y descarado joven que no le importaba cruzar la línea que le separa de su superior.

—En ese caso...—comenzó a decir tratando de no perderse en la oscura mirada de Sasuke, ya que sabía que ese había sido su objetivo desde el principio —, necesito que vayas al sector de ventas y hables con el tal Juugo para que me pase el presupuesto final de este último trabajo del que estás encargándote.

—¿Al sector de ventas? —Sasuke se rectificó y se mordió el labio inferior. Allí es donde se encontraba su ex novio, y lo que menos deseaba era cruzarse con él. Además bien sabía que Juugo y Suigetsu trabajaban en oficinas muy cercanas.

—Sí, ¿hay algún problema?

El menor suspiró y negó con la cabeza, decirle que allí estaba su ex sería tirar por la borda todo el trabajo que venía llevando a cabo para conquistarlo.

No quería que pensara que él suele seducir al personal con el que trabaja, como si fuera una clase de fetiche o algo así.

—En seguida iré a hablar con él —aseguró y forzó una sonrisa.

—Bien, eso es todo por ahora...lo esperaré aquí a que me traiga dicha información —hizo un despreocupado ademán con su mano y luego tomó unas carpetas que había a su izquierda.

Sasuke asintió con algo de desgano y pidió permiso para retirarse.
Una vez que estuvo del otro lado de la oficina resopló con frustración, lo que había comenzado como un divertido juego de seducción se había convertido en una tortura que le recordaba una terrible relación del pasado.

Al menos rogaba por no tener que encontrarse con aquel albino que tanto le había hecho sufrir.

Aunque considerando su suerte, de seguro iba a ser así...

•••

Para su sorpresa, todo parecía ir mejor de lo que esperaba. Había logrado hablar con Juugo sin problemas, quien le entregó una pequeña nota con lo solicitado por Itachi –luego el mismo joven le enviaría un mail con los detalles de ese proyecto –; además había podido reencontrarse con viejos compañeros de sector que habían sido trasladados hace un tiempo a ese piso; y milagrosamente no se había cruzado con su ex novio.

Quizás su suerte había comenzado a cambiar un poco. Siempre le resultó extraño que en todo este tiempo desde que su relación había finalizado no se hubieran vuelto a ver cara a cara, pero la verdad no quería pensar demasiado en ello, no valía la pena.

Claro que no le fue fácil olvidarlo. La desilusión fue enorme cuando éste le engañó y lo dejó, pero todo ello había quedado en el pasado, ya era historia antigua. Aun así, lo mejor sería no volver a cruzar palabras con él, por las dudas de que alguna llama aún se mantuviera encendida en lo profundo de su corazón.

Entonces cuando las puertas del elevador iban a cerrarse para finalmente regresar a su piso correspondiente alguien lo impidió al interponer la mano en medio, el cierre se detuvo inmediatamente y permitió que aquella persona ingresara junto con Sasuke.

Éste maldijo internamente al ver quién se había subido al elevador. Al final no tenía tanta suerte como creyó...

Había amagado con bajarse del elevador – prefería subir miles de pisos por la escalera antes de tener que compartirlo con él –, pero Suigetsu se interpuso en su camino y no le dejó hacerlo.

—¡Sasuke! —exclamó con una gran sonrisa, mostrando sus dientes, parándose frente a él —. ¡Qué sorpresa!

—Hola...—susurró tomándose el puente de la nariz en total gesto de frustración. No sólo se volvieron a ver, sino que además lo hicieron en un cubículo de 2x2 donde no tiene escapatoria.

ItaSasu: In Our Blood [AU]Where stories live. Discover now