Prologo.

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El golpetear de las incontables gotas de agua estrellandose en mi ventana, provoco que me removiese entre las suaves sabanas. Despertar con el fino ruido de la lluvia siempre va a hacer una de mis cosas favoritas en el mundo. Parpade levemente y un suspiro broto de mi garganta. Claramente vivir en Canada era un paraiso para mi en especial; La humedad, las nubes negras y la lluvia constante eran parte de mi y asi seguiria siendo. Hasta este momento...

-Carter, La Mudanza no tardara en llegar, Por favor-Cerre nuevamente los ojos al escuchar mudanza. Mi madre tiro de mi sabana dejando que la fria bentizca que se colcaba de mi ventana abierta me abrazara haciendome gruñir.

Balbuceando me sente como indio sobre mi cama y observe alrededor. Mi habitacion estaba completamente vacia a excepcion de siete cajas de carton con mis pertenencias dentro. Mi madre decidio meses atras mudarnos, al parecer Londres era un nuevo comienzo para ella. No para mi.

-Cariño, ¿Podrias pasarme aquella caja?-mire donde mi madre apuntaba con su dedo indice y me puse de pie empujando la pesada caja fuera de mi habitacion.

-¿Tenemos que mudarnos, enserio?-suspire al tener a mi madre frente a frente-Quiero terminar la preparatoria aqui, Madre. Mi vida esta aqui, puedo quedarme con Tia Elaine si asi te parece.

Sabia que mis suplicas eran en vano. Canada era mi hogar, vivir en una casa oculta entre las montañas donde la humedad inicia puede ser acogedor. Aqui lo es. Un suspiro llamo mi atencion observando como mi madre pasaba un trapo por su frente quitando cualquier rastro de sudor.

-Se que no quieres irte. Pero cariño...Es una gran oportunidad. El empleo que me han ofrecido y mas el sueldo podria llegar a pagarte una muy buena Universidad en Londres-la ilusion de orgullo invadio la mente de mi madre.

Tome sus calidas manos y las abrace en mi pecho.

-Se que es una gran oportunidad, Mama.

Ella me sonrio ocacionando esas pequeñas arrugitas en cada esquina de sus ojos. Ella era realmente hermosa.

Sus manos soltaron las mias para tomar mi cabello y acariciarlo a su gusto. Como ella siempre lo hace.

-Entonces toma esta oportunidad conmigo. Anda preciosa...

No era mayor de edad para exigir mi estadia en Canada, con 17 años de edad tenia que ir aun a donde mis superiores vayan. Sabia que seguia resistiendome ocacionaria la decepcion y tristeza de mi madre. Y eso ahora, es lo que menos quiero. Sin mas que decir la mire y un Esta bien cerro nuestra pequeña conversacion.

Subi la ultima maleta al auto, me asegure tres veces mas si llevaba todas mis pertenencias. Los pasos rapidos de mi madre resonaron en la acera haciendo que concentrara mi vista en ella, miraba su reloj impaciente.

-Tenemos que irnos ya. El avion despegara en media hora-Mama metio una bolsa negra en el auto rapidamente cerrando la cajuela. Inhale profundamente y le dedique una ultima mirada a mi hogar. El cartel que ahora adornaba el Jardin hizo que mi estomago se removiera Se Vende relucia ante el.

Me adentre al auto y saque mi movil de mis bolsillos, sonrei de lado al ver mi buzon lleno de mensajes, de mis mejores amigos. Clara, Teo y Grace.

Una pequeña risa broto de mi garganta al recordar nuestra ultima noche juntos, Teo me dio mi primer beso cuando Clara y Grace nos dejaron solos.

Tenia que hacerlo... Las palabras de Teo al terminar nuestro beso me hicieron rodar los ojos con una sonrisa decorando mi rostro. Coloque los audifonos en mis oidos y me recargue en el respaldo del asiento. Let Me Go de Avril Lavigne comenzo a deleitarse.

RulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora