Historias cortas y no tan cortas de mi shipp culposo.
Los personajes no me pertenecen, las historias inventadas acá sí. No soy de escribir historias muy largas por la razón siguiente que me aburro o pierdo la idea.
Advertencia: Todo one shot es Suk...
Resumen: Sukuna no es el típico hermano protector, si alguien pregunta, le importa poco lo que haga su hermana. Pero existían excepciones especificas y una de ellas era protegerla de chicos hormonales.
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Desde que tiene uso de razón, Itadori Sukuna nunca ha sentido interés en los deportes ni muchos menos en los clubes de su escuela. Y de vez en cuando visita la escuela secundaria de su hermana para verla practicar junto al equipo de animadoras.
Y es allí que surge la pregunta.
¿Por qué la falda de este año debía ser tan corta?, Sukuna arruga un poco la nariz y busca con la mirada a su hermana. Y justo allí estaba, sonriendo como de costumbre estirando su cuerpo junto a sus compañeras. Y sí, el uniforme no estaba mal pero era un poco revelador para los ojos de cualquier depravado.
Sukuna se preguntaba qué mierda estaba pensando el diseñador de aquellos uniformes, porque claramente algunas chicas estaban igual o menos desarrolladas que Yuji y aquel atuendo le parecía un poco... Demasiado.
— Que bueno que no nos prohíban ver a las animadoras entrenar. Definitivamente, este año los uniformes son más sexys que los anteriores.
—¿Con qué es así? —piensa — Estoy rodeado de imbéciles.
—Aquella chica es realmente sexy, estoy seguro que cuando le toque dar saltos se le vera todo. —Claramente estaban hablando de Yuji, Sukuna no se las piensa dos veces y se acerca al pequeño grupo.
— Ella es mi hermana — interrumpe, carcajeándose y mostrando los caninos, ocupando un espacio entre los dos chicos — y les puedo asegurar que para cuando le toque saltar, girar o cualquier mierda que tenga que hacer. No tendrán ojos para poder apreciarlo.
Sin mucho que decir los chicos se retiran del lugar al tener dos o tres cosas claras: Y una de esas cosas era no acercarse demasiado a cierta chica de cabellera corta o su hermano les arrancaría los ojos.
Sukuna abandona su lugar para acercarse al grupo de animadoras, teniendo las manos dentro de los bolsillos, camina de lo más casual hasta llegar con su hermana. Sus compañeras empiezan a murmurar entre ellas, Yuji ignora esto y abraza a su hermano.
A Sukuna no le importa tanto y sólo se enfoca en analizar la imagen visual que tiene delante de él, demasiado corto, piensa.
—¡Sukuna viniste!—dice emocionada, apartándose del mayor—Aún no empezamos, estoy emocionada por dar el gran salto. Y....
—Mocosa, nos vamos a casa.
—¿¡Qué!? ¡Pero no puedo irme, Sukuna!
No era el momento ni el lugar para montar una escena infantil, esto era irritante para el Itadori mayor. Sin previo aviso le avienta su sudadera blanca a Yuji en la cara y se aleja, no la iba dejar exponerse así delante de todos.
—¡Bien, pero te pones la sudadera o nos vamos!—advierte.
—¡Sí! —emocionada, Yuji viste la sudadera de su hermano que la cubre hasta por encima de las rodillas— Huele a Sukuna.
Aunque no lo dijera en voz alta, Yuji es feliz bajo los cuidados de su hermano.
