𝐓𝐇𝐄 𝐅𝐎𝐑𝐄𝐒𝐓 [Inazuma Eleven]

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐍𝐄

❝ Vivir debe significar que no hay
segundas oportunidades. ❞

━━¿Qué dice el cartel? ──preguntó la castaña parándose en el enorme cartel que había en la entrada del bosque.

"Tu vida es valiosa, piensa en tus padres que son quienes te la han dado, piensa en tus familiares. No entres solo al bosque. Cualquier ayuda que necesites llama a 0555-22-0110"

Esas eran las palabras que tenía grabadas, sus amigos se pararon a su lado para también leer lo que estaba puesto.

━━Hay varios carteles de este tipo en los alrededores ──habló Irma mirando a su alrededor y señalando a un punto en donde se veía otro letrero, tal vez teniendo lo mismo que el que tenían al frente y los otros que habían.

━━¡Hey, chicas! ──se giraron casi al mismo tiempo al escuchar la voz de alguien desconocido. La castaña avanzó hacia el hombre, que por sus vestimentas debía ser un guardabosques o un guardia rural.

━━¿Pasó algo? ──preguntó al tener una distancia en la que sería escuchada para el señor, aunque estaba lo suficientemente cerca del mayor.

━━No se puede entrar a estas horas, está muy oscuro y os podéis perder ──le respondió el guardia mirando al grupo.

━━Aún no ha anochecido para que no esté permitida la entrada ──le respondió Derux con una sonrisa, para así empujar a sus amigas de a poco, pues por obvias razones no podía con todas a la vez. Aunque regresó rápidamente para coger a Mir de los hombros y arrastrarla al resto, sin importar lo que ésta reclamaba.

━━¡Hey, os dije que no podíais! ── exclamó de nuevo el mayor, esta vez acercándose al grupo.

Deidra e Irma actuaron por acto reflejo y corrieron, cogiendo a sus amigas de la muñeca, Irma iba arrastrando a Natalia, que era la más cercana a ella y Deidra aprovechó de que Emira estaba cerca para sujetarla a ella y después iba a agarrar a Vanya, pero esta simplemente se soltó del agarre para correr por su cuenta. Ambos sabían que arrastrar a una persona para que corra era difícil, pues agotaba con más rapidez la resistencia y no tenían tanta velocidad, por lo que si no querían que los atrapen y llamen a sus padres para después inventar cualquier cosa lo mejor era correr.

Se adentraron al bosque, disminuyendo la velocidad al escuchar que ya no estaban siendo perseguidos ━━¿Por qué corrieron? ──exclamó Natalia, algo alterada y con una mano en su pecho, intentando calmar su acelerado corazón.

━━¿Será porque si no corremos, nos atrapan y nos tendrían encerrados hasta que nuestros padres nos saquen? ──le soltó con cierta obviedad la de cabellos negros.

━━¿Y ahora? En nada va a anochecer y no tenemos linternas ── habló Emira una vez el ambiente se relajó y todos recuperaron gran parte del aire que habían perdido al correr tanto sin tener que caerse.