- ¡Norma! - grito llena de alegría mientras corro abrazarla y ella ríe.

Le doy un rápido abrazo a mi madre para volver abrazar a norma.

- enserio te extrañe mucho Elí - me dice mientras me sonreía.

- yo también, la próxima me llevas contigo - ella asintió aún sonriendo me - pero ahora tienes que venir, te voy a poner al día de todos los chismes - digo mientras la arrastro.

(...)

Estuve con norma riendo y hablando hasta la hora de comer y para entonces fuimos las dos juntas hasta la mesa.

Una vez las empleadas nos sirvieron la comida empezamos a comer en un silencio incómodo que me encargue de romper como casi siempre.

- mamá - la llamo y ella me mira - estuve hablando con la directora de la preparatoria y me dio la oportunidad de ir a Bogotá Pará terminar el año que me queda - intente continuar pero ella me corto.

- no pensaras irte un año ¿cierto? - pregunta con cierta angustia pues se que ella lo que más teme es que la dejemos sola.

- no le dije que si, pero tampoco que no, es una opción y lo que si decidí fue que ayudaré en la hacienda con los animales, espero y no te moleste - le digo

- por supuesto que no - dice simple.

- a mi no me parece bien -habló el muy imbécil de mi cuñado- eso es trabajo de hombres - finaliza.

ya pero como tu no tienes vela en este entierro te callas - le digo de mala manera.

- Elizabeth- exclama mi madre en tono de aviso y es hay cuando a veces no soporto su actitud.

Y así otra vez volvió el silencio incómodo.

- no digan que regresaron por gusto - rompe el silencio el abuelo - digan que Gabriela los obligó, esa muchacha no se siente bien en ninguna parte, es una gallina que no sabe dónde poner el huevo - dice haciendo una mueca de asco a la comida.

- la verdad estábamos preocupados - interviene limpiando se con la servilleta el muy imbécil.

- ah - dice sin interés, sonrió, amo demasiado a este viejito.

no se porque, aquí todo marcha fenomenal - jimena habla simple.

Y de repente me acorde de mi padre de todas las veces que el nos llevó de vacaciones y cuanto me quejaba por lo poco que duraban ya que tenían compromisos, de todas las tardes dando paseos a caballo, de muchos y muchos momentos inolvidables.

Sin poder evitarlo un nudo se formo en mi garganta así que decidí ir a donde aún tenía algo de el.

- con permiso - me disculpo interrumpiendo se charla para irme rápidamente.

Llego a donde el inigualable caballo negro azabache de mi padre permanecia.

Al verme empezó a relinchar desesperado pues solo mi padre lo montaba y sacaba, así que decici ocuparme de el apartir de ahora.

MUJER DE CENIZA || franco reyes 𓃗 Where stories live. Discover now