"¿Que es esto?."
Azar, para ser el hijo del mejor detective de Gotham, ciertamente podía llegar ser algunas veces lento.
"Un regalo." Raven deseaba reírse de su estupefacta expresión a la caja en sus manos. "¿También quieres el concepto completo Damian?."
"Conozco perfectamente el concepto." Damian frunció el ceño, poco entretenido con el sarcasmo de su novia. "No comprendo el porque de la ocasión."
"Una espontánea ocasión."
"¿Espontánea? ¿Es nuestro aniversario?. "
Ella rodó los ojos, juraba que él ya confabulaba cientos de teorías dentro de esa cabeza dura suya. Pero ella no mentía al decir que aquella caja plateada en sus manos era solo un regalo espontáneo de su parte simplemente porque últimamente se sentía interesada por explotar más la creatividad entre pareja.
"¡Solo ábrelo!" Raven insistió al empujar el regalo en Damian. "Lo compre pensando en los dos."
"¿En los dos?, Son chocolates, ¿verdad?. Muy astuta, me regalas algo que tu te vas a comer..." Damian comentó con una amena mueca en sus labios, pero cuando el envoltorio plateado reveló lo que ocultaba él quedo confundido. "¿Que es esto?."
Intrigado inspeccionó aquella caja de madera entre sus manos. Pronto su curiosidad cambió a sorpresa al encontrar dentro de esta unos pinceles y una pequeña variedad de pinturas. Damian le regaló una sincera sonrisa conforme inspeccionaba los finos pinceles.
"¿Te gustan?."
"Por supuesto, apreciaría cualquier cosa que viniera de tu parte."
"Entonces la próxima vez que te dé un regalo me esforzaré menos."
Damian negó con la cabeza, pero su ligera sonrisa no se borraba de su rostro mientras sus ojos escaneaban cada detalle de sus nuevos pinceles.
"Estos pinceles son diferentes a lo que usualmente uso. ¿Tienen algún uso especial?."
"Posiblemente." Ella susurró en una posible invitación.
Él parecía ni siquiera escucharla, se hundía cada vez más en el descubrimiento de su regalo. Sabiendo que pronto él descubriría la verdadera intención dentro de aquella caja, Raven se levantó para dejarlo solo en la cama y asegurar que la puerta de la habitación del moreno se encontrará bajo llave.
"Estas siendo muy misteriosa Demonio." Damian le comentó al verla caminar por la habitación, su comentario con humor en lugar de verdadera sospecha.
"Siempre lo soy."
"Imposible de negar. ¿Podrías elaborar más tus razones tras este regalo?."
"Quiero apoyarte en abrir más allá tus horizontes en la pintura." Con eso dicho ella cerró las cortinas del gran ventanal, ocultándolos de las estrellas en el cielo. "Experimentar con nuevos estilos será bueno para tu creatividad."
"Supongo que tienes razón. Quizás pueda pintarte unos tulipanes en tu taza de té."
Raven tarareó en aprobación mientras admiraba el lienzo que tenía sin terminar de las olas del mar cerca su la cama. Para ser el gran hijo de Batman le estaba bastante tiempo en descubrir las verdaderas intenciones de su regalo. ¿Cuanto tiempo tendría que esperar?.
"Espera...¿Body paint?." Damian respingo confundido al enseñarle uno de los frascos de pintura.
Finalmente.
Ella no tardo tiempo en girar su cuerpo y dar tentativos pasos hacia él, sus ojos esmeraldas se pegaron a ella en plena curiosidad.
"Siempre he estado celosa de toda la atención que le prestas a tus pinturas, la manera en la cual tus pinceles rozan con tanta delicadez sobre tus lienzo. Me gustaría experimentar esa clase de devoción de tu parte en mi. Dime Damian, ¿Te sientes inspirado en crear algo en mi?."
