01

1.6K 166 42
                                    

La conozco desde que tengo memoria, nuestras madres fueron mejores amigas y así también fuimos nosotros.

Hacíamos todo juntos y pasábamos mucho tiempo juntos también.

En algún momento, mis sentimientos de amistad y camaradería se torcieron y cambiaron de forma abrupta.

Dejé de verla como una amiga y eso me asustó.

Durante el año siguiente a mi descubrimiento, traté de ignorar lo que mi corazón anhelaba: confesarme y decirle cuánto me gustaba.

—¡Jeonginini! —me tensé cuando ella colocó su brazo al rededor de mis hombros y me atrajo a su cuerpo para caminar a mi lado.

—No me esperaste hoy, tramposin.

—Dijiste que no ibas a ir... —miré hacia otro lado, ¿tenía que ponerse tan cerca? —Hace calor, aléjate un poco. —la empujé suave con mi hombro

—Cambié de opinión a último momento, peque. —sacudió mis cabellos, alejándose.

—¿Por qué?

—Por ti.

—¿Por mí? —detuve mi paso, ¿a qué se refería?

Ella se cruzó de brazos y volteo a verme —¿Crees que no lo sé? —sonrió de lado.

¿Saber? ¿Saber? ¡¿Saber qué?!

—N-No sé a qué te refieres. —me aferré a las correas de mi mochila y seguí mi camino,

—Yuna, tu compañera. —me siguió.

—¿Qué hay con ella?

—Te ha estado dejando notas, ya me enteré.

Me volví rojo y la miré, deteniendo mi paso de nuevo.

Se refería a las notas que Yuna dejaba en mi casillero hacia una semana, donde básicamente decía que yo le gustaba. Notas que le había estado ocultando.

—¿Cómo te enteraste?

—Verás, yo estaba hace un momento en mi cama, decidida a tener mi fin de semana largo, hasta que me envió un mensaje diciéndome que hoy se te confesaría, que lo había planeado durante mucho tiempo y que por favor te dejara solo por un momento para que ella pudiera hacerlo. —se puso frente a mi y colocó sus manos sobre mis hombros. Temblé. —Jeonginini, no pienso dejarte solo con esa aprovechada.

—¿A-Aprovechada?

—Obviamente lo único que busca es quitarte la inocencia.

—¿Eh?

—Ya sabes, aprovecharse de tú pequeño cuerpito.

—¡¡Hyuna!! —la aparté totalmente avergonzado. —Yuna no es así, ella es una buena chica. —me crucé de brazos. —Puedo solo con esto, no hace falta que hagas acto de presencia para que yo la rechace.

Sonrió ampliamente. —¿La vas a rechazar? ¡Eso es genial, entonces! —empezó a caminar.

—¡Alto! —corrí a su lado. —¿Eso te alegra?

—Obviamente, dah.

—¿Por? —la retuve tirando de su brazo. Una esperanza naciendo en mi, tal vez no era el único que se sentía así, tal vez ella siente lo mismo, quizá también sus sentimientos han cambiado.

—¿No es obvio? —sujetó mis mejillas entre sus manos. —No me gustaría que mi pequeño Jeonginini terminara con una depravada como esa. Aún eres un niño para mí. —me soltó y siguió caminando hacia la entrada del colegio, donde más chicos comenzaban a amontonarse.

Aun eres un niño para mí.
Aun eres un niño para mí.
Aún eres un niño para mí.
Aún eres un niño para mí.
Aún eres un niño para mí.
Aún eres un niño para mí.
Aún...
Niño...
¿Para ti?

Esto no podía ser, ya no podía soportar más, ¡qué locura!

Yo pensando en ella por incontables noches de manera romántica y ¿sólo me considera un niño?

Cerré mis manos en puños y agaché mi cabeza, esto se acabó.
No podía esperar un día más, no podía seguir siendo su niño un día más.

Mírame, Hyuna, soy un hombre, un hombre de 16 años, pero hombre al fin. Mis sentimientos son reales y también mis intenciones, no son juegos del niño que ves en mi.

Sin más, corrí hacia ella.

Sólo te pido una cosa, noona, sólo una cuando me confiese: por favor, no veas sólo a un niño atrapado entre sueños y fantasía, por favor, veme como alguien tratando de alzan a quién ama.

Así fue que atravesé a todos esos estudiantes, sujeté su brazo, y aún con la mirada gacha, me confesé sin esperar un segundo.

—¡Me gustas!

Me quedé un momento estático, esperando por una respuesta. Ya no importaba si me había puesto en vergüenza frente a todos esos estudiantes. No importaba, porque al fin me había sacado un gran peso de encima.

—¿Eh? ¿Y tú quién eres?

Tragué duro. Esa no es precisamente la voz de Hyuna, o de una mujer en si.

Alcé mi cabeza y esa no era precisamente la voz de Hyuna, pues, porque no era Hyuna.

Había capturado al sujeto equivocado.

Mi vista se amplió, Hyuna estaba a unos pasos más adelante y me miraba totalmente sorprendida, al igual que todos a nuestro alrededor.

Fue inevitable, sentí tantos nervios, que caí al suelo desmayado.

𝗻𝗼 𝘁𝗮𝗻 𝗵𝗲𝘁𝗲𝗿𝗼𝘀𝗲𝘅𝘂𝗮𝗹.  ♡ chaninحيث تعيش القصص. اكتشف الآن