Capítulo 19^

Depuis le début
                                    

<<Lo sé, es algo podrido lo que está por pasar por mi mente, pero bueno, no negare lo que siento>>

—Una vez mientras estuve de visita en el orfanato escuché una acerca de un niño que solía ser alegre y curioso—se da la vuelta sobre la cama quedando sobre su espalda—una tarde este niño se encontraba escondido en la oficina de su padre comiéndose el pastel que su madre había preparado por motivo de su fiesta de cumpleaños, cuando la señora se entero que el bizcocho no se encontraba donde lo había dejado supo que el pequeño tenia algo que ver así que corrió en busca de él, ella sabía muy bien donde debía buscar ya que era donde el siempre hacía de las suyas—sonríe—al encontrarlo ella vio que su hijo ya había acabo por completo con el pastel de chocolate que pasó preparando toda la mañana, al verlo esta sonrió y abrazo a su pequeño. Al inicio él pensó que lo molerían pero al sentirse rodeado por lo cálido de sus brazos devolvió el abrazo que con amor le habían proporcionado aun con la preñez que esta llevaba. En instantes su padre apareció y le reclamó por haberse comido el pastel pero su madre inmediatamente lo defendió diciendo que era su cumpleaños y no estaba obligado a compartir. El padre se acercó a su hijo y contó que junto a su madre irían por otro pastel, ya que era muy tarde para preparar otro y ella ya estaba cansada. Luego de eso ambos salieron dejando al pequeño junto sus obsequios al cuidado de otras personas junto al otro bebé y nunca más volvieron, fin.

<<No creo que ese sea el fin>>

—¿Qué pasó con los padres?—inquiero ya conociendo el final de la historia.

—Abandonaron a sus hijos.

¿Así es como se siente? abandonado.

Nunca se me ha dado muy bien el comprender los sentimientos de los demás cuando los míos son todo un caos pero no creo que el escuchar a alguien expresarse y asentir vaya a matarme. Pero claro esa opción existiría si no se tratara de él, ese hombre frío y distante que mis ojos ven. Aunque me sorprende que hable de estas cosas conmigo.

—¡Oh!—exclama moviendo la almohada de posición—conozco otra parte de la historia, resulta que el pequeño se encontraba en su habitación cuando llegaron personas extrañas, nunca las había visto antes pero estas decían ser su familia, dijeron que cuidarían de ellos pero claro, él no entendía que ocurría y se preguntaba donde estaban sus padres que no llegaban, tiempo después alguien contó que se encontraron dos cuerpos sin vida, y luego de darse cuenta que lo que cargaba la señora sobre ella no era solo la caja de pastel los cuerpos pasaron a ser cuatro. Días después se le entregaron algunas pertenencias que estos llevaban consigo.

—¿Y qué ocurrió después?—pregunto viéndolo, es obvio que lo que me cuenta le afecta más de lo que se esfuerza por mostrar.

—Nada—vuelve a darse la vuelta— no pude terminar de escuchar todo, es una historia incompleta.

—Entonces hay que darle un buen final.

¿Desde cuando soy tan optimista?

—No hay buenos finales, esto es la vida real no una historia fantasiosa de esas que lees.

Incluso si de verdad quisiera serlo desde que lo escucho hablar toda buena intención que nazca en mi muere instantáneamente.

—Yo creo que el niño después de muchos años se dio cuenta que lo que le ocurrió a sus padres no fue su culpa y dejó de torturarse por eso convirtiéndose en un hombre fuerte y estarían orgullosos de lo que ha logrado y en lo que se ha convertido.

Inventar teorías es lo único que me queda ya que desconozco que hacer en este tipo situaciones, mi mente se queda en blanco cuando las personas se ponen sentimentales y en este caso en particular cualquier cosa que diga podría resultar ser más dañino de lo que creo. Tampoco pienso que a él le gustaría saber que sé que el niño de la historia es él.

Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant