Capitulo once: Un paseo Inmoral

28 1 0
                                    

Al abrir los ojos pude ver una larga cadena de montañas, podía ver el borde del mundo a donde ella me estaba llevando mientras caía y gritaba desesperadamente, éramos como dos almas en medio de un recuerdo que poco a poco ella lo revelaba, comencé a vibrar lentamente mientras la velocidad de mi caída aumentaba hasta que mi vista se enfocó en un gran reino que aparecía ante mis ojos.

Había innumerables palacios de estructura victoriana color blanco en la mayoría de ellos, los techos y las puertas eran de madera y el asfalto era de concreto puro. Me detuve impestivamente cuando ella comenzó a narrar.

— Bienvenido al mundo de Alciferem. Anti ti humano está el reino de Halion que una vez fue gobernado por mi padre el gran Daniel Akerfeldt, yo vivía en el gran castillo que resalta a la vista, el gran castillo de Zarzak.

Alzo su mano y me señalo su antiguo hogar, rápidamente nos movimos a ese lugar.

En el jardín real Pude observar un grupo de seis hermosas niñas, eran hermanas ya que cada una tenía un parecido particular.

— Aquellos años donde convivía con mis hermanas era pura felicidad, yo era la mayor de todas del primer compromiso de mi padre. En este reino se practicaba mucho la endogamia, mi padre llego a tener seis esposas que cada una le dieron a una hermosa hija.

Podía ver como Susana jugaba con sus hermanas en el jardín real mientras el viento ondeaba lentamente su cabello, una de las hermanas menores le había traído un ramo de lilas.

— Te quiero mucho hermana, me da mucha felicidad que estés pasando la fiesta de Ramabala con nosotros.

— ¿Ramabala? Pregunte y Susana me lo explico.

Ella me decía que este día era la conmemoración de la más grande batalla vista por la existencia misma y la unión de todos los clanes de arquería, hace más de cuatro mil años una plaga invasora de mundos intento invadir el mundo de Alciferem, poco a poco fueron diezmando a cada uno de los clanes de arqueros que estaban repartidos por el mundo mediante traiciones y guerras civiles. De los doscientos cincuenta clanes que reinaban en el mundo solo habían quedado doce clanes los cuales terminaron sus diferencias y decidieron unirse para repeler a la invasión que en solo una semana ya había sometido a más de la mitad de nuestro mundo.

— ¿Cómo lograron derrotarlos? Le pregunte.

— Gracias al dios Silferen. El junto con sus magos nos ayudaron a repeler la plaga invasora de mundos. Solo con una única condición de adorarlo, pero eso ya se acabó.

— ¿a qué te refieres?

Susana con un movimiento de sus manos adelanto el tiempo de los recuerdos, llegando a un momento donde su segunda hermana Jazmín Akerfeldt ya era una joven. Ella era devota al culto de las monjas de Arris adoradoras del dios Silferen

Mi padre en su ambición quería que el propio dios preñe a una de sus hijas ya que según una profecía uno de los hijos del dios será quien lo derroque y ponga fin a la era de los dioses.


De todo y sin armasWhere stories live. Discover now