"DILE ADIÓS A LA CÁMARA"

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Asiento descolocada y me siento junto a ellos en la mesa.

A pesar del hambre que tengo, no puedo evitar dirigir mi mirada de Lucas a Alex y de Alex a Lucas.

Lucas me mira sonriente.

- Pasa algo?

- No... es solo que... he golpeado a vuestro amigo...

Alex se ríe.

- Y tanto que lo has hecho...

Lucas le paga una patada por debajo de la mesa, obligándolo a morderse la lengua.

- Y? Si supieras la de peleas que hemos tenido nosotros tres y la de palizas que nos hemos metido entre nosotros... 

Alzo una ceja curiosa.

- Lo he mandado al hospital...

Lucas se queda pensativo y mira a su pareja (hay que ser hombre para no darse cuenta de que están juntos).

- Alex, cuéntale aquella pelea que tuvisteis en la secundaria.

El nombrado se rasca la nuca molesto y le da un trago a su baso de agua.

- Verás, Lucas, Kai, Derek y yo fuimos a la misma escuela hasta acabar la secundaria, por lo que siempre hemos estado juntos y nos conocemos bien.

Asiento curiosa mientras me llevo un trozo de pescado a la boca.

- Por aquél entonces, mi orientación sexual ya la sabía, pero aquí nuestro compañero era mas inocente que una virgen en un burdel lleno de hombres.

Lucas vuelve a propinarle una patada por debajo de la mesa mientras sonríe cariñosamente.

- La cuestión es, que Kai nos pilló una vez cuando estábamos besándonos... 

- No digas besándonos... desde que éramos jóvenes, siempre nos ha gustado ser rudos en temas de afecto físico, por lo que una vez que empezábamos a besarnos, podíamos acabar con el labio roto o...

Alzo la mano roja de vergüenza.

- He entendido... no necesitas acabar la frase.

Lucas sonríe y le permite a Alex seguir con su relato.

- Bien, pues en aquél momento, yo había mordido el labio de Lucas, y lo tenía agarrado del cuello de la camisa.

Intento imaginármelo, y se me escapa la risa.

- Ya puedes imaginarte el resto, Kai nos separo y empezó a pelearse conmigo... y como no podía decirle nada debido a Lucas, tuve que pelearme con el y poner cualquier excusa por su labio roto.

Me llevo las manos a la boca para evitar reírme sonoramente.

Lucas acaricia el rostro de Alex y le sonríe con cariño.

- Ahora vamos a lo que realmente importa. A Kai le trae sin cuidado la paliza que le hayas dado... créeme que se ha visto en peores situaciones con nosotros, y aquí seguimos, siendo amigos.

Me muerdo la mejilla por dentro y miro mi plato.

Lucas me coge de la mano y me sonríe.

- Nosotros te ayudaremos a acabar con ese hijo de puta.

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- Aquí L, voy a entrar al bar para conseguir al objetivo

- Aquí A, mas te vale sacar a ese malparido

Me río y dejo el aparato en la mesa.

Empiezo a dar vueltas en la habitación hasta que escucho la voz de Lucas por el walky talky.

- Objetivo neutralizado, en diez minutos estaremos ahí

Un escalofrío me recorre entera al escuchar esas palabras.

Observo la foto de mi abuela y aprieto los puños con fuerza.

Recorro la habitación y me quedo mirando la cámara que se encuentra orientada mirando hacia una silla.

Acto seguido repaso los instrumentos que Lucas me ha dejado en una bandeja.

Quién iba a decirme a mi, que ese chico tan tierno y dulce, antes era un experto torturador de una banda callejera cualquiera.

Escucho la puerta abrirse y veo a Alex y a Lucas llevar a rastras un cuerpo.

Les dejo que lo aten bien a la silla y espero impaciente mi turno.

Lucas me sonríe y se lleva a Alex con el.

Observo el cuerpo que se encuentra atado a la silla.

Me acerco y retiro lentamente la bolsa de tela que le impedía ver donde era llevado.

Veo su mirada llena de odio al haber sido atrapado, pero en cuanto sus ojos se fijan en los míos, su odio pasa a ser diversión.

- Mira a quién tenemos aquí... has tardado en encontrarme.

No cedo a sus provocaciones y me paseo a su alrededor.

- Si, la verdad es que me ha costado encontrarte... eres como un gusano, en cuanto los dejas en la tierra, se escabullen.

Alonso se ríe y me mira de arriba a abajo.

- Pensé que a Alan le gustabas por tu mirada fiera... pero ya veo que hay otras cualidades...

Lo veo relamerse los labios.

Asqueroso.

- Alonso, no te he traído aquí para escucharte lanzarme piropos asquerosos de tu sucia boca. Si te he traído aquí, ha sido para preguntarte una única cosa...

Me giro hacia el y le clavo un cuchillo que había cogido anteriormente en el muslo derecho.

Veo como se muerde fuertemente para evitar gritar.

Me mira rabioso y sonríe.

- Si estás esperando a que grite... no lo vas a conseguir...

Me río y me acerco a su oreja.

- No quiero hacerte gritar... quiero hacerte sufrir...

Le corto la oreja con otro cuchillo que he cogido y la tiro a una esquina.

- Dime Alonso... cuantos miembros cortados crees que una persona es capaz de aguantar sin volverse loca y suplicar por su vida.

Vuelve a sonreírme.

- Esa... me la sé... 

Me río y le corto la otra oreja.

- Dime Alonso... que motivo tenías para matar a mi abuela... que os hizo ella!?

Mis palabras parecen divertirle, por lo que decido clavarle otra daga en el muslo izquierdo.

Lo observo desde arriba con desprecio e ira.

- Aún no... te has dado... cuenta? Toda la gente... que se queda... a tu lado... tarde o temprano... acaba muerta... o con problemas...

Aprieto los puños y me giro para empezar a golpear su abdomen y torso con fuerza.

Paro en el momento en que lo veo escupir sangre.

Sonrío y me coloco tras el, esta vez apuntándole con un arma en la cabeza, tal y como hizo con mi abuela.

- Te suena de algo? La única diferencia en esto... es que tu hermana no sabe nada de todo lo que has hecho... ni está preparada para enfrentarme.

Por primera vez, noto su rostro coger una expresión de completo terror.

Sonrío y le obligo a mirar a la cámara.

- Dile adiós a la cámara Alonso... porque será lo último que veas estando en vida.

Antes de que pueda decir nada, aprieto el gatillo.

La sangre me salpica el rostro, pero en estos momentos, solo puedo centrarme en la sensación de haber arrebatado una vida humana.

Esa magnifica sensación de estar mas cerca de vengar a mi abuela.

La conocí por un puñetazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora