Juego De Memorias: Fase Roja: El Rey De Corazón Silencioso (Libro #1)

Capítulo 5: Terapia de electroshock

Al abrir mis ojos de nuevo estaba allí en ese lugar frio, oscuro que no creí volver a ver.

-el bosque de las dudas-

No tenía ganas de volver allí pero sentía que era necesario.

-¡ah! Mira quien por fin se digno a regresar-

-no sé cómo es que llego aquí...niña-

La niña vanidosa y siempre molesta estaba sentada en aquellas sillitas que había visto la primera vez bebiendo lo que parecía un jugo de fresa o cereza mire hacia sus pies y allí durmiendo estaba aquel gato que me perseguía.

-¡EL GATO!-

-¡CALLA!, la despertaras-

-tú también gritas-

El niño a su lado, tímido, llorón un poco más suave que la niña también tomando aquel jugo.

-¿Qué haces aquí hime?-

-no lo sé tal vez este lugar me llamo otra vez-

-¿Cómo vas con joker?-

-bueno algo regular-

-ese arlequín es una molestia, la gata así me lo dijo-

-no le digas así no le gusta-

-¡no lo defiendas!-

-es mejor que trates de llevarte bien con el-

-aunque sea por conveniencia-

-¿conveniencia?-

-ah...-

-puede ser útil en el futuro, solamente cómele la oreja y trátalo muy bien así pensara que lo quieres y te ayudara ciegamente-

-eso es...-

-¡inteligente!-

-...cruel-

-...ah eres una chica rara ahora hime-

Ella me recordaba en cierta medida a Megan, eran crueles sus palabras no quería hacerle daño a joker así solo engañándolo para que creyera que era buena con él...no me caía muy bien pero tampoco era para tanto.

-no quiero engañarlo también, oigan ¿Dónde está el príncipe?-

-en su jaula como siempre-

-veamos si contigo quiere hablar-

-¿está molesto?-

-no, parece que se le fue la voz-

-¿Qué?...iré a verlo...chao-

-chao hime y recuerda se buena con el de verdad-

-y si no pues finge-

Camine por aquel bosque llegando de nuevo a aquellas jaulas.

-está más lejos-

El eco de mi voz alerto al habitante de la jaula de plata quien se asomó y me dio una cálida sonrisa.

-¡príncipe!-

El me saludo y con un chasquido unas escaleras aparecieron, subí y llegue a la jaula de aquel ángel oscuro.

-príncipe me dijeron que perdiste la voz ¿es cierto?-

El asintió apenado con una pequeña sonrisa podía vislumbrar un par de colmillos casi invisibles.