Más de lo que lo he hecho contigo no creo.

Por lo que he visto hasta ahora ella parece ser una buena persona, no entiendo que fue lo que pudo verle. Pitt está bien guapo y todo pero no quita el hecho de lo estúpido y acosador que es, siempre que imagine como seria mi tipo ideal de hombre creí que seria amable, tierno, respetuoso y atento en cambio aquí me ven.

—Ten cuidado—me advierte—Lisa sabe cuidarse pero tú puedes ser muy inocente.

Está hablando de esa forma de la chica que en horas se convertirá en su esposa y me incomoda que me trate como si llevara una vida conociéndome.

—¿Algo más señor Pitt?—pongo los ojos en blanco.

—Si—musita acercándose a mi—déjalas, no van contigo—sus manos algo frías logran llegar a mi rozando mis mejillas y empiezan a quitarme las argollas—usa algo un poco más parvo—coloca las argollas sobre el gavetero y saca algo pequeño y brilloso de su bolsillo—eran de mi madre—murmura colocándomelas—cuídalas.

—¿Por qué me has puesto esto?—frunzo el ceño girando a verlo.

Él mueve mi cabello hacia los lados de mi hombro ignorando mis palabras.

Lo veo lucir diferente, es la primera vez que lo noto así, no parece la misma persona de hace una semanas, más bien parece un niño que acaba de ser regañado por sus padres y busca algo de consuelo.

¿Qué rayos está pasando? Cuando y cómo llegamos a esto.

Es como si de repente todo el frío que cubría el lugar hace un instante desapareciera en menos de un segundo.

Me alejo dando unos pasos hacia atrás sintiéndome confundida.

—¿Estás bien?—intento saber que le sucede sin violar su espacio—¿qué pasa, ahora empezarás a ser lindo?

Se encoge de hombros.

—Disfruta de la fiesta y recuerda lo que te dije—espeta y empieza a alejarse—por cierto,—habla sin voltear a verme—Lisa ya está lista y te espera en la sala.

—Gracias por avisarme.

La puerta se cierra y dirijo mi vista de regreso al espejo frente a mi, respiro profundo cuando noto que los nervios se me han disparado y tiro mi cabello hacia atrás logrando ver las pequeñas piedras amarillas que se encuentran sobre mis orejas y simplemente son hermosos, como obviamente costosos.

Suelto todo el aire que se ubica en mis pulmones mientras trago saliva sin entender que es lo que planea, que rayos sucede con esta familia y qué es lo que le molesta a Pitt.

Llevo mi mano a mi cuello mientras mis piernas me guían en dirección hacia la puerta después de haber decidido llevar el cabello suelto.

Al empezar a bajar la escalera puedo verlo de pies en una esquina al lado de la chimenea con un vaso de lo que parece ser whiskey en la mano y por otro lado Lisa se encuentra sentada en el sofá gris esperando por mi, como siempre luce resplandeciente, lleva un vestido negro de brillos, el pelo amarrado y el collar en su cuello no tarda en salir a relucir, me siento torpe con cada paso que doy mientras Pitt no me quita la mirada de encima.

El vestido que compré con su dinero es de marca pero se queda corto al lado del de la rubia.

—Vanessa—se levanta la rubia de su asiento—que bueno que ya estés lista y debo decir que luces hermosa.

Odio hacer a la gente esperar y me siento incomoda con los halagos comprometidos.

—Gracias, tú igual como siempre.—espero no solo esté tratando de ser cordial y no se haya molestado por esperarme, es que aun no entiendo porque debo de asistir a esa fiesta, se supone que hice este viaje por trabajo.

Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)Where stories live. Discover now