Step eleven - Plush

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Sus caderas, en contra de lo que su cabeza pensaba, se movieron hacia adelante, frotándose contra la pancita del peluche.

—Dios... ¡A..nghn...! ¡J-Junnie...!

—Ah, ah. No blasfemes en contra de una deidad mientras abuso de ti. ¿Cómo debes llamarme, Gyu?

La vibración subió un nivel. Sus piernas comenzaron a temblar, y sus bracitos apenas podían sostenerse de las mejillas de Tobin.

—P...Papi...

Gimió roto. Su falo humedecía la felpa que le apretaba, sus linda cintura se curvaba para sentir más a fondo los estímulos.

—Cachorro, métete los dedos. Necesito que tengas el juguete sobre tu próstata.

El rostro suplicante de Gyu negó. Sus mejillas rosadas, sus labios hinchados de tanto morderlos. Él no quería seguir las instrucciones de Yeonjun. Y aún así, su mano descendió hasta su agujero, y dos deditos tímidos entraron para acariciarse.

Suplicó en un llanto quebrado, moviendo su índice y medio hacia dentro, chillando del gusto al sentir el juguete rozando su punto débil.

Mierda, Beomgyu. Estoy en el baño de la agencia y tengo muchísimas ganas de cogerte. Tienes muy duro a papi, bebé.

Gyu intentó negar lo mucho que lo encendía escuchar a Yeonjun hablando ronco, diciéndole ese tipo de cosas a través del teléfono. Sus dedos no parecían conformes con esto, pues apenas Jun hablaba, él los metía más profundo, aumentando ese exquisito roce.

Ah. Voy a cogerte tan duro. Quiero que todos escuchen como lloras por mi pene, como es que un chico tan adorable como tú pone las expresiones más calientes cuando te sientas sobre mi polla.

Para ese entonces, Gyu ya no podía mantener sus labios juntos.

Sus caderas alzadas, su pecho apegado al pecho de Tobin, su pene frotándose tan bien sobre la felpa del vientre del peluche. Sus ojitos llorosos, sus mejillas ardiendo. Todo en Beomgyu gritaba erotismo.

—Ah, ah, ah... Quiero...

Su respiración se entorpecía. Sus dedos temblaban incluso si deseaba seguir metiéndolos y sacándolos de su entrada húmeda.

Dejó de profanarse y llevó ambas manos a las orejas de Tobin, sintiendo sus lágrimas descender al no poder detener ni por un instante la intensa vibración que hacía mojar su pene.

—¡Joder...Yeon...jun...!

Se quejó, sintiendo su canal de músculos contraerse y destensarse por cuenta propia, incapaz de controlar la situación.

Sus cálidas paredes estaban listas para recibir el ancho de Jun. Él se sentía absoluta y plenamente preparado para sentarse sobre el regazo de su hyung y sentir cómo lo follaría tan bien hasta hacerlo acabar.

Se apretó al cuerpo del peluche y de sus labios salieron jadeos y más jadeos.

Eres un buen chico, cachorro. Pronto llegaré a casa para darte tu premio. ¿Dónde te gustaría? ¿En tu boca? ¿Quizás en tu trasero?

Gyu sacó su lengua, intentando mantener la cordura dentro de su sistema. Pero, mierda, estaba tan sobre-estimulado. Él lloriqueaba tan necesitado.

—D-Dentro... ¡ah... ah!

Yeonjun podía imaginarlo muy bien. A Beomgyu recibiendo toda su extensión, bombeando su pene con ese agujero tan apretado, viendo obsceno como saldría y entraría en él.

Gruñó.

Eres muy atrevido... Voy a llenarte muy bien, príncipe. Ahora córrete, hazlo para mí.

El castaño cerró sus ojos, sintiendo como esas únicas palabras fueron necesarias para dejar su esperma salir a borbotones de su hendidura. Intensos espasmos recorriendo toda su columna, fuertes gemidos que se apaciguaron sobre la felpa.

Se dejó caer sobre Tobin, y sus ojitos llorosos se quedaron observando la puerta cerrada de su habitación.

Aparentemente, Yeonjun también eyaculó al otro lado de la línea, pues cuando Gyu gimió con fuerza su nombre, un ronco jadeó delató el accionar del pelirosa.

Lo hiciste muy bien, Gyunie.

Y quizás, Gyu pudo haber culpado a su calentura post sexcalling, pero más allá de decir o hacer algo inteligente, él solo soltó:

Me gustas, hyung. 

¡Buenas tardes!

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¡Buenas tardes!

Lamento la demora. Sucedieron muchísimas cosas en mi vida en una fracción de días, y tuve que tomarme un tiempo para procesarlo todo. 

Mis clases como profesora ya comenzaron, así que tengo que compaginar bien todo para dar clases y poder publicar aquí. Probablemente lo haga una vez a la semana, si es que todo anda bien. (Pienso un poco esto, y debe ser gracioso imaginar que tu profe escribe este tipo de cosas en internet. Es bueno saber que mis alumnos no saben mi username jajaja).

¿Qué les pareció el capítulo?

Espero lo hayan disfrutado.

| Kokyon. 


Limerence | YeonGyuWhere stories live. Discover now