-Este es el ultimo-. Me devolvió el móvil, con una sonrisa en la cara, había borrado a todos los chicos que conocía, incluido a Charli.-Yo soy el único chico en tu vida-.esas palabras hicieron que mi cuerpo reaccionara de una vez y salí corriendo, pero el fue mas rápido y me agarro del brazo.

-¡Suéltame!-. La lágrimas comenzaron a caerme.

-Lo he hecho por ti, por nosotros, para protegerte de esos babosos-.

-¡Son solo amigos, suéltame!-. El me soltó y una sonrisa se dibujo en su cara.

-Si se te ocurre dejarme o contarle esto a alguien, te juro que saco a la luz lo de tu padre-. Entonces me acorde, solo había cinco personas que sabían lo de mi padre y por desgracia el era uno de ellas. Asique me volví a sentar en la cama.

-Buena chica, ahora quítate el vestido y termíname el baile que ibas a hacerle a tu amigo-.

-No-.

-Estas aquí para servirme y quererme, nada mas y sabes perfectamente que te conviene hacerme caso-.

Y así fue como el miedo se apoderó de mi, no podía dejarle o contaría lo de mi padre, pero tampoco podía seguir con el, tenia una fachada del típico chico perfecto y ahora que había descubierto quien era de verdad, quería correr, necesitaba ayuda, pero no era valiente para pedirla, asique esa noche, mientras el me abrazaba llore, llore como nunca antes lo había hecho, porque las lágrimas, son la forma mas bonita de expulsar tu dolor.

Michelle Wilson

Cuando abrí los ojos, tenia la cabeza en su pecho, y el seguía abrazándome, no pude dormir mucho porque alguien no paraba de llorar en la habitación de al lado, fui a ver que pasaba pero la puerta tenia la llave echada asique volví a la habitación.

-Buenos días-. Jayson estaba mirándome con una sonrisa.

-Hola-. Por desgracia yo me acordaba de todo, incluido del dolor que sentí la otra noche.

-¿Recuerdas algo?-.

-No-.

Mentirosa, si te encantó.

-¿No quieres sabes como hemos acabado durmiendo juntos?-.

Por desgracia ya lo se.

-Sigo teniendo bragas, asique supongo que no hicimos nada, los detalles de como acabamos aquí me dan igual-.

-Prefiero a la Michelle de anoche-.

Y yo

-Que pena que no me acuerde de como era-.

-Cámbiate, te llevo a casa-.

-¿No tengo la ropa llena de vomito?-. Una sonrisa se dibujo en su rostro.

-¿No decias que no te acordabas de nada?-. Su sonrisa se hizo mas grande.

-Solo de algunas cosas-.

-¿Solo algunas cosas?-.

-Solo algunas cosas-. repetí, intentando que dejara el tema.

-En el armario seguro que encuentras algo-. El seguía sin moverse de la cama.

-¿Como lo sabes?-.

-Porque normalmente en las fiestas cuando la gente se va a las habitaciones, no es para leer-. su voz llevaba sarcasmo yo solo me limite a mirarle mal.-Entonces como ya sabes, se quitan la ropa y la tiran por ahí, cuando les toca salir corriendo siempre dejan alguna prenda tirada por el suelo, nosotros vamos a buscarlas y a ponértelas-. Se levanto de la cama y empezó a moverse como loco por la habitación.

Jayson tenia razón, había mas de una prenda por el suelo, pero por desgracia para mi, era ropa de fiesta y me tuve que poner una estúpida falda con una sudadera, que tenia pinta de ser de un tío, ya que en la parte de atrás estaba escrito en letras rojas "los chicos al poder" y yo pensaba que Charli era un ortera.

-Perfecta-. Me estaba esperando con las llaves de su moto en la mano.

-Cállate-. Le empuje y abrí la puerta.

-Como usted mande-. noté la burla en su voz.

Al parecer Jayson conocía a los de la casa y se quedo hablando con ellos un rato, cuando termino abrió la puerta y salimos en busca de su moto.

-No veo ninguna moto-. En el aparcamiento donde me había llevado, solo había coches.

-Es que no he venido en moto-.Y una sonrisa se puso en su boca a la vez que me echaba una mirada rápida.

-¡No decías que no podías llevarme a casa porque tenias la moto!-. Entonces me di cuenta de lo que acababa de decir.

-¿No decías que no te acordabas?-. Su sonrisa obviamente no se borro, se hizo mas y mas grande, seguida de una carcajada.

-Mentiroso-.

-Mentirosa-.

-Infantil-.

-Llorica-.

-Gilipollas-. Y seguido de esto me fui enfadada  dispuesta de ir andando.

-¿Donde vas enfadica?-. El me agarro de la muñeca.

-A mi casa-.

-Te llevo-.

-No-.

-Te llevo-.

-No-.

-No te lo estoy preguntando Michelle-.

-Ni yo-.

-Sube-.

-Que no, ¡Ahhh!-. Me había vuelto a levantar con una facilidad tremenda y eso que yo no pesaba poco.-¡Jayson bájame!-. No se como consiguió meterme en el coche y abrocharme el cinturón, el solo lo encendió y salimos de ese estúpido aparcamiento.

-¿Quieres algo de comer?-. negué con la cabeza.

-Conozco un sitio que esta muy bien-. me echo una sonrisa.

-Diga lo que diga vamos a ir ¿no?-. me puse de rodillas y mire hacia la ventana.

-Veo que nos vamos conociendo-. Yo solo solté un bufido y baje la mirada a su brazo viendo como cambiaba de marcha, el tensaba el brazo y eso hacia que sus venas se notaran mas. Pareció verme espiando su brazo porque me hizo un gesto con la cara, yo solo le saque el dedo y mire por la ventana.

Este iba a ser un viaje interesante.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 28, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Crónicas de una suicida Where stories live. Discover now