La joven caminaba alegremente por los pasillos. La sonrisa que siempre solía llevar nunca desaparecía, sonrisa que lo logró enamorar. Sonrisa de azúcar era como él la solía llamar.
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𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧 𝙊𝙢𝙣𝙞𝙨𝙘𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚
El despertador hizo que se levantase de su cama. Caminaba con paso lento por el pequeño apartamento hasta llegar al baño. Se quitó el pijama y procedió a meterse en la ducha. La joven de cabellos ____ se permitió permanecer un buen rato bajo el chorro caliente de agua. Le gustaba reflexionar sobre cualquier tontería o simplemente, dejar la mente en blanco. Cuando creyó que ya era suficiente, acabó de ducharse y se quedó observando el uniforme que se iba a poner. Era simple. Un blazer de color marrón claro, una camisa blanca acompañada de un lazo rojo y una falda de color negro.
Ya vestida, la muchacha se encontraba comiendo algo y preparándose un bentō para la hora del almuerzo. Cuando acabó, cogió su mochila y llaves de casa. Cuando revisó el teléfono, se encontró con un mensaje de su madre deseándole un buen día en su primer día de preparatoria. Sonrío mientras le escribía un "Gracias mamá <3" y enchufaba sus auriculares para a continuación, salir de casa con paso alegre.
Caminaba alegremente por las calles de Hyogo. Observaba sonriente las edificaciones y parques que iba viendo. Era muy bonito. Estaba acostumbrada a las calles de España que también eran bonitas pero también disfrutaba de los paisajes de Japón. La gente de su alrededor, con solo mirarla, percibían esa aura llena de felicidad. Si tuviesen que ver algún tipo de color a su alrededor, verían un color amarillo pastel, suave y delicado.
La muchacha iba casi dando saltitos de la emoción aunque por otra parte, estaba un poco nerviosa de caerle mal a la gente o simplemente, no ser capaz de socializar. Cuando llegó al enorme edificio, se frenó en seco. Su pelo se movía levemente por la brisa que corría por el aire y una sonrisa adornaba su rostro. Los estudiantes pasaban por su lado, hablaban, reían, intercambiaban mangas... Ella se limitó a entrar en el edificio mientras miraba el papel que tenía en la mano; "Clase 2". Estaba absorta buscando el aula cuando chocó con un chico, acto que le hizo alzar la vista. Era un chico alto, de unos 1,80 cm, tenía ojos castaños y era rubio.
-𝗟𝗼 𝘀𝗶𝗲𝗻𝘁- el chico la miró extrañado. La chica maldijo por lo bajo. Le había hablado en español por error.
-Oh, eres extranjera!- exclamó emocionado el contrario.- Me entiendes?- preguntó mientras miraba directamente a la de cabellos ____
-Sí, sí te entiendo.- dijo ella mientras se le escapaba una risilla.-Me llamo (A) (N), un gusto.- la joven hizo una reverencia.
-Soy Miya Atsumu- respondió el contrario e imitó el acto de la chica.-Buscas tu clase?- preguntó señalando el papel.
-Sí, da la casualidad que sí, Miya-kun.- le extendió el papel y cuando el rubio lo miró emitió un sonido de sorpresa, a lo que ella solo pudo mirarlo con curiosidad.
-Vienes conmigo a clase, (A)-san.- dijo mientras sonreía.
Se sentía aliviada. Al menos ya conocía a alguien y no se sentiría tan sola.
