En ese momento fue cuando me di cuenta de una cosa, había un vaso de café derramado en el suelo, a nuestros pies.

-Lo siento - dije de forma sincera y avergonzada, sentía como el rubor inundaba mis mejillas y es que había salido de casa sin bolso ni nada, que pena, no podía pagar un jodido café, había dejado todo en mi habitación.

-No te preocupes - dijo el castaño sonriendo haciendo que unas arrugas se formaran en sus ojos, junto a unos hoyuelos en sus mejillas, era demasiado atractivo para mi salud mental - yo te invitó uno, tienes cara que necesitas cafeína.

Bufé molesta por su comentario, si, era cierto, no llevaba nada de maquillaje, literal iba con la cara lavada, sabía que me veía ridícula en la chaqueta impermeable y no quería ni pensar en cómo estaría mi cabello con la humedad y a todo esto ¿Por qué pensaba como me vería? Estúpido británico.

-Gracias por el cumplido - conteste con sarcasmo, mientras lo seguía, entró a una cafetería que se veía acogedora, tenía cierto tema noventero, con posters de cosas de los 90's, solo habían sillones de dos piezas junto a mesas y las meseras llevaban los pedidos en patines.

-¿Que desea ordenar la señorita? - el castaño me sonrió de lado de una manera entre burla y diversión, lo cual sumo más a mi frustración.

-Lo que ordene el señor - le conteste de manera cortante, tomando asiento en el primer lugar que vi, había música de fondo que venía de un tocadiscos muy al estilo de aquellos años, donde tenías que echar una moneda y escoger la canción, estaba fascinada por el local que no me di cuenta cuando el chico se sentó enfrente de mi con dos frappes al parecer de café.

-Y supongo que empiezo con la pregunta típica ¿Vives cerca de aquí? - dijo el joven sonriéndome amablemente, estaba claro que quería ligar y yo, sinceramente no podía, joder que no había tomado ninguna precaución, había salido al exterior al descubierto, con mi verdadera identidad, pero bueno, no podía tener tan mala suerte como para volver a toparme al chico.

-Vengo de vacaciones, me alojo en un hotel cerca de aquí, pero me perdí - me encogí de hombros, el mentir se me daba con facilidad, después de años de entrenamientos, nuestras mentes podían hacer cualquier historia sobre la marcha e improvisar - soy algo distraída como ya te has de haber dado cuenta y olvide mi bolso en el hotel.

-Qué extraño - comento el joven - ahora todo mundo sale al menos con el móvil en mano ¿Te peleaste con tu novio y saliste a la calle como la típica chica encaprichada?

Fruncí el ceño al escuchar su comentario ¿Que estaba tratando de decir? Aparte de que si, buscaba ligar y saber si tenía pareja, me estaba diciendo caprichosa, mi mal humor iba de mal en peor.

-No es algo de tu incumbencia - le dije cortante con el tono de voz más frio que pude conseguir.

-Tienes razón, soy Stefan Bennett - se presentó ofreciéndome su mano - mucho gusto.

-Lisa Taylor - le estreche la mano, aunque lo que sucedió, fue algo que me dejo sorprendida, al estrechar nuestras manos, estar piel con piel, algo extraño había pasado, era como si una corriente eléctrica corriera de el hacia mí, jamás me había pasado algo así, solo con Blake y eran obvias las razones, pero con un extraño ¿A qué se debía esto?

-Entonces eres norteamericana - dijo Stefan tratando de buscar información, lo cual le iba a resultar una misión imposible, esto solo iba a ser un hola y adiós, estaba segura que no lo volvería a ver, aparte Londres es muy grande y yo ya tenía planes en esta ciudad.

-Si, como ya te comenté estoy de vacaciones, hace poco termine la universidad y decidí venir de vacaciones con mis padres, antes de empezar en el ámbito laboral y ser una esclava del sistema - dije irónicamente, riéndome en mi interior, ya era una esclava pero de un sistema que él no conocía.

-Oh vaya, entonces significa que estas ¿soltera y sin compromiso? - dijo el castaño con un deje de diversión en su voz, se notaba que era un ligado nato, junto a esa sonrisa de gallito que tenía, era fácil de leer.

-Digamos que si - le sonreí de lado, de una manera inocente, termine mi frappe que estaba delicioso y había conseguido quitar mi jaqueca, para levantarme - tengo que irme, mis papás se preocuparan si no aparezco.

-Deja que te lleve a tu hotel - de nuevo esa sonrisa ladeada que ponía a tambalear mis pies, joder, que antes no me había pasado esto con ningún chico y venia este con sus ojos color cielo a poner mi mundo boca arriba.

-No quiero abusar de tu nobleza, gracias Stefan, se llegar sola - le dije sonriendo pero a la ves cortante, sabía que llevaba tiempo fuera y Blake se empezaría a preocupar, ya podía sentir las vibraciones de mi mejor amigo.

-Al menos dame tu número de teléfono - hizo un mohín tan dulce que no podía resistirlo, pero no debía de involucrarme con nadie, extrañamente se me hacía un nudo en el estómago el pensar en despedirme de el - vale - mi corazón dio un vuelco al escuchar el diminutivo con el que me decían de cariño mis amigos - toma te dejo mi numero - me dio una tarjeta de presentación con su número de móvil - si cambias de opinión solo llámame.

Tome la tarjeta en un estado en trance, sin saber el porqué de mis sentimientos o las reacciones que provocaba en mí y salí caminando rápidamente, salí derecho como si fuera al área turística de la ciudad donde estaban la mayoría de los complejos hoteleros por si el chico me seguía, cuando confirme que estaba sola, regrese hacia el departamento.

Cronicas de La Academia. Libro 1. Descubrimiento.Where stories live. Discover now