Caperucita roja, Cenicienta, El hada madrina, Blancanieves, Maléfica, Hansel y Gretel, Ricitos de Oro, todos eso cuentos y personajes existieron pero no es para nada como te lo imaginabas...
-¡¡¡¡¿¿¿¿¿QUIÉN ES ESE SEÑOR?????!!!!- Grita la abuela apuntando el arma.
-Tranquila señora, cálmese que... - empieza a decir Arthur, hasta que es interrumpido por un gruñido de Teodoro, que se habia puesto a la defensiva.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Maldito lobo, vete a conseguir comida a otra parte!!!!!!!!!!- dice la Abuela, cosa que hace que Teodoro Gruña más.
Teodoro, quieto - le dice al animal y luego se dirije a la vieja- Señora el lobo no le hará nada, baje el arma.
- ¡¡¡¡ Ningún extraño me dice que hacer, #@/-¡#*@# !!!!
La abuela apunta. Se escucha un disparo. Caperucita volteo y se tapo la cara, no quiere ver lo que sigue. Por suerte, Teodoro esquiva la bala, pero esto hizo que se enojara y se abalanza sobre la señora. La descuartiza y se la empieza a comer, en medio de gritos de dolor. La sangre salpica a todos y antes de que la abuela perdiera la conciencia en un débil susurro le dice a Caperucita: Esto es tu culpa, #*@*/!^*/-#@.
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<<Si tuviera la oportunidad de volver al pasado, esa parte no la cambiaría. Puede que piensen que estoy loca pero gracias a esa muerte descubrí que había estado prisionera durante años, limitándome a ser lo que la gente me creía, una bebe llorona. Durante más de un año estuve pensando en mi ganas de matarla a ella y a mi mama, aunque nunca pensé que realmente lo haría.>>
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La habitación permaneció un momento en silencio hasta que Caperuicta hablo:
- S...soy...libre. Ella ya no está viva, ya no se pude quejar de mí ¡PARA QUE SEPAS ES TU CULPA, TE LO MERECÍAS, ESPERO QUE VAYAS AL INFIERNO!
Al terminar de gritar empujo a Arthur y salió corriendo por el bosque, camino a su casa. Tardo alrededor de 20 minutos en llegar hasta la puerta donde se detuvo a descansar exhausta. Entonces la madre que la había escuchado abrió la puerta y la miro de arriba para abajo.
- ¡NIÑA MALCRIADA! ¿PORQUE ESTAS TODA SUCIA? ¿Y PORQUE LLEGASTE MAS TEMPRANO? ¡¡¡DEBERÍAS ESTAR EN LA CASA DE TU ABUELA TODAVÍA!!! ¿ES QUE TE ASUSTO UN LOBO O ALGO? - La reprende la madre.
Caperucita levanta la mirada con un brillo especial y se abalanza sobre su madre, haciendo que ambas cayeran al piso. La niña no se detiene ahí y, con un odio feroz, comienza a ahorcar a su progenitora. La madre pierde el aire lentamente pero aun reúne fuerzas para hablar:
- s... su... suéltame.
Ahora quien es la llorona - se burla la niña.
La madre forcejea y empuja la empuja hacia un costado. Caperucita piensa rápido y sigilosamente se mueve para agarrar algo punzante. Durante estos segundos la madre logra recuperarse y con un tono de autoridad le dice:
- Sigues siendo tú, que eres incapaz de matarme.
- Eso crees - responde Caperucita en casi un susurro.
La niña corre hacia su madre y en un movimiento rápido le clava el objeto que logro agarrar, una llave, en su corazón. Pero esto no le basta para saciar su sed de venganza así que la apuñala varias veces mas tiñendo así su caperuza blanca de rojo sangre.
Entonces llegan Arthur y Teodoro, y se quedan inmóviles mirando la escena desde la puerta. Caperucita se da cuenta y los mira de reojo.
- Supongo que ahora soy huérfana, mis hermanas no me quieren, y creo que si se enteran de que le hice esto a madre me odiaran con todas sus fuerzas - corto el silencio la niña
- Nadie podría creerte que la mataste, aunque lo juraras por tu propia vida - le responde Arthur- Tienes a tu favor la juventud, aunque no dura para siempre. Además siempre puedes engañar a todos con tu supuesta ignorancia del mundo real, aunque parece que saber como es, mejor que muchos viejos que pasaron sus vidas intentando averiguarlo.
Caperucita lo mira estupefacta.
- Sabes mi trabajo no solo es ahuyentar personas.
- Matas - dijo la niña en un susurro.
- Si y no. Mi lobo mata, y la gente me paga por eso.
- Y no conoces a alguien que me enseñe el oficio - dice Caperucita, después de meditarlo unos segundos.
- Te puedo enseñar si quieres, especialmente la parte de lidiar con una muerte en tu conciencia, va a necesitar tiempo hasta que superes tu primer asesinato.
- Enséñame, ya no hay vuelta atrás después de lo que hice.
- Bueno vayámonos, no quieres estar con el cadáver si alguien viene.
Ambos salen de la casa con Teodoro siguiéndolos atrás.
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