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Cʜᴀᴘɪᴛʀᴇ ᴜɴɪǫᴜᴇ

Su cuello agradeció luego de haber hecho un estiramiento del mismo, mientras su mano masajeaba parte de sus músculos del cuello, llegando a estirar su mano hasta parte de su trapecio.

Agotado, y no específicamente por hacer alguna fuerza bruta; sino por el simple estrés de estar frente a varias personas, discutiendo a bien o no alguna novedad que le interese. Husmeando por saber quien es el mejor postor partidario, para unirse al bando poderoso.

Apenas comenzó a interesarse en el desarrollo electoral, pero sin ningún partido hasta el momento. No importaba cuál era la necesidad de la sociedad, simplemente todos buscaban el poder y él necesitaba ser beneficiario de esos poderes. No se había matado sus cinco años de universidad, más dos de especialidades; él necesitaba comer en la mesa de los grandes.

El poder que actualmente tenía le forraba con dinero, pero nunca sería suficiente cuando de papel verde y ego se trate, todo había surgido tal como lo había planeado durante años, cuando descubrió que en la sociedad eres alguien si te juntas con las personas adecuadas para robarle su protagonismo y te veneren en poco tiempo.

Tuvo acceso a más dinero y bienes cuando su matrimonio arreglado que se conmemoró hace tres años atrás, un antiguo político también de quien aprendió estas artimañas de beneficio de ideas, que "beneficiaban" a la sociedad del país, pero la beneficencia jugaba el último papel y si es que era necesario. Este hombre había sido su mentor en su año de interino, lo estudió muy bien, se aseguró de agradarle, besarle los zapatos italianos hechos a la medida si era posible, sabía que al hombre le encantaba la adulación y poca fue la sorpresa cuando este le ofreció a su hija para que fuera su prometida.

El viejo había muerto ya hace un buen tiempo, era una lástima que falleciera a causa de un accidente cerebro vascular hemorrágico, y era más triste que él se hubiese quedado para verlo morir y esperar que su cuerpo se quedara tibio, porque sí, lo único que quería era el imperio del viejo y solo estaba estorbando, por lo que hizo lo que tenía que hacer, "su suegro murió y él lo encontró cuarenta minutos después" y devastado llamó a emergencias con voz asustada, claramente su mejor actuación.

Y para las noticias, se encargó de donar a instituciones en memoria de su suegro con un maravilloso discurso donde se le salieron unas lágrimas engañosas para ser convincente, mientras su prometida con ese velo negro ridículo le tomaba del brazo en consuelo, (era una perfecta oportunidad para fingir ser altruista y evadir impuestos); pero en fin, ¡que lástima!, pero el viejo le había instruido muy bien. Atesora al menos esa parte de su suegro, adora haber agarrado al nepotismo de los cuernos, porque el casarse con su hija era un maldito dolor de cabeza.

Misma que no podía mantenerse al margen, suspiró con cansancio dentro del auto polarizado, cuando sintió una mordida en el lóbulo de su oreja y una mano que subía lentamente por su pierna, arrastrando el acrílico de sus uñas en la tela, mientras la persona a su lado se juntaba más a él. Su esposa.

—Woo, cariño. Necesito tu atención...—ronroneo cerca de su oído.

En verdad lo tenía un poco hastiado que se comportara como una adolescente de dieciocho años o si es que menos, al menos cree que a ella sí le hizo falta más atención de "papi". Aún así, su mano izquierda va hacia la cintura de ella sintiendo las lentejuelas del vestido bajo su mano.

—No has sido de mucha ayuda hoy. El partidario Choi Jongho estaba por darme su mejor propuesta. Gracias a ti no pude negociar con todos los encargados de los partidos. Era la idea de invitación de esta reunión, ¿recuerdas, Seungyeon?.

—Agh, pensé que todo sería más entretenido. Todos los viejos hablándome como tu trofeo mientras veían mi escote, es detestable y aburrido. Ni siquiera cuando asistía con papá me parecían así de desagradable; así que alguien me ofreció un buen trago, coloqué una de mis pastillitas bajo mi lengua y solo así lo sentí como una fiesta de verdad. Deberías hacer lo mismo, te hace falta relajarte.