—Quiero mostrarte algo —la tomo del brazo llevándola conmigo— Este pasillo es perfecto para ti —le muestro mientras caminamos.

—¿Estás bromeando?

—¿Tengo cara de eso? Vamos, mídete algo, los vestidores están por allá —señalo donde está la chica de pies— Yo esperaré aquí.

Me ve indecisa hasta que sus piernas empiezan a moverse, el lugar es amplio y debe haber mucho que pueda llamar su atención.

Vanessa

No entiendo que pasa por la cabeza de los ricos, rentar todo una tienda solo para hacer compras es de locos, obvio Anna está mucho más que contenta con la idea de poder tomar cuanto se le antoje mientras esos ojos azules pecaminosos prosiguen sobre mi y cada uno de mis movimientos.

—¿Qué te parece esto? —le muestro un vestido blanco de mangas cortas.

—Me refería algo más provocativo.

Bufeo.

—Esto para mi está perfecto, me lo llevo.

—No llevarás nada de eso contigo —se acerca a mi— Además no creo que eso lo hayas encontrado en este pasillo.

—Si lo estaba.

—¿En serio? Pues quítatelo y dámelo.

—No.

—¿Prefieres qué te lo quite?

—Inténtenlo. —entro al vestidor— No te atrevas a entrar.

—Ya quisieras. —grita.— Páseme todo lo que tengas allí. —me tiende su mano atreves de la cortina.

—¿Por qué?

—Date prisa y hazlo, y toma esto —veo su mano extenderse con algunas cosas— Mídetelo y sal para que te vea.

Analizo todo lo que me ha pasado, solo ropa descubierta, escotes, faldas abiertas y algunos vestidos...

¿A caso pretende que le modele o algo así?

Siento que la sangre empieza a hervirme y esta situación a molestarme.

—¿Ahora bien? —salgo con el vestido rojo ajustado dejando ver algo de mis senos.

—Date la vuelta. — ordena.

—¿De verdad esperas que trabaje vestida así?

—Nadie se quejará.

—No es apropiado, además no es mi estilo.

—No intento cambiarte, solo quiero que veas lo mejor de ti y no tengas miedo de mostrarlo. Ahora el próximo, vamos, date prisa.

—Este me gusta —salgo con un pantalón negro y una blusa amarilla de mi elección.

—A mi no. —lo veo disgustarse.

—Podrías entrar y ponértelos tú.

—Tú eres perfecta para eso, además estoy ansioso porque llegues a la parte de la ropa interior.

Lo veo poner cara de que habla en serio.

—¿Como ha dicho señor Lennox?

—Aquí solo somos nosotros, no creo que a nadie le moleste —Extiende sus brazos sobre los bordes de la silla.

—Aún hay muchas cosas que me faltan aprender para ponerme al día y nosotros aquí perdiendo el tiempo, además no entiendo porque Anna te llamó.

—Si tanto te molesta iré por algo para mi también.

Se levanta dejándome sola. No sé donde andará Anna, este lugar es muy grande y nos hemos alejado mucho de la entrada.

Conociendo lo prohibido ©️ (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora