Capitulo 2

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Harry miró detrás de él y descubrió que Maggie lo observaba con sus grandes ojos azules. Tenía los brazos cruzados y un cabello largo rubio y suave. Él llevaba todo el día esquivándola y en aquel momento supo por qué. Al verla se le encogía el estómago y le dolía el corazón.

-No deja de llorar -dijo, para cambiar el rumbo de sus pensamientos-. ¿Qué le ocurre?

Maggie sonrió y la sonrisa le llegó hasta los ojos.

-¿Has probado a cambiarle el pañal? -preguntó.

-¿Quién es la graciosa ahora?

Maggie se acercó a la cuna y tomó a Bailey en brazos como si la niña no fuera tan frágil como parecía.

-Kris me ha pedido que entrara a ver cómo estaba. ¿Quieres sostenerla tù?

Harry retrocedió un paso.

-¿Los osos quieren bailar?

-Seguro que sí -respondió ella con una sonrisa.

-A los osos no les gusta bailar -le informó él-. Les gusta comerse a la gente.

-Muy bien -Maggie llevó a la niña a la mesa de cambiarle el pañal-. A los osos les gusta comerse a la gente. ¿Me vas a ayudar a cambiarla o vas a seguir enfurruñado en vez de estar de fiesta como todos los demás?

-Creo que voy a seguir enfurruñado, gracias -contestó él.

Observó un momento a Maggie. Recordó los buenos ratos que habían pasado juntos de niños. Sus hermanos y él solían jugar al fútbol americano en la calle y Maggie era una más de los chicos. A Harry le resultaba difícil entender que Aaron se le hubiera declarado después de que todos hubieran jurado dejarla en paz.

Los juramentos infantiles no tenían fecha de caducidad. Nadie podía llevarse a Maggie. Eso era lo justo.

Tiempo atrás, todos los varones en un radio de cinco kilómetros habían estado enamorados de ella.

Harry sabía que debía resignarse. Era un hombre adulto. Debía alegrarse por su amigo y hermano adoptivo, pero no se alegraba. Se sentía traicionado. Se dirigió a la puerta, pero no fue lo bastante rápido. Entró su madre y lo detuvo antes de que pudiera escapar.

-Estás aquí -dijo. Miró a la niña-. ¡Oh, mi tesorito! ¿Cómo está?

-Es igual que sus tías -respondió Harry-. Una llorona.

Su madre se echó a reír. Hizo ademán de ir a tomar a la niña en brazo, pero se dio cuenta de que tenía las manos ocupadas-. Toma -dijo a Harry. Le tendió un montón de cartas.

-¿Qué es esto?

-Cada vez que te mudas, tu correspondencia se las arregla para volver aquí.

Harry ojeó los sobres.

-Hay una carta de CryoCorp que llegó hace meses -dijo su madre-. Pensé que se habían equivocado de dirección y se la devolví, pero han vuelto a enviarla hace unos días.

-¿Qué es CryoCorp? -preguntó Maggie.

También es mi hijo  || H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora