Capítulo 1

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Había permanecido mucho tiempo bajo el agua, ya que a los niños se los criaba celosamente en las profundidades hasta que estaban listos para salir a la superficie. Sus cuerpos debían desarrollarse por completo antes de salir a la superficie. Ahora que ya era prácticamente un adulto no pensaba regresar, me la pasaba flotando en la superficie en mi tiempo libre pero alguien me jaló del cabello de repente.

Era Ackley, mi hermano mayor, siempre me molestaba por ser el más pequeño de la familia. Lo miré con el ceño fruncido y me sonrió en forma de burla.

^/¿Qué quieres?^/ le pregunté para luego frotar mi cabeza, me dolía la parte del cabello que me jaló.

^/¿Cuánto tiempo vas a estar flotando como desecho de ballena?

^/Es mi problema, no el tuyo^/ respondí para luego empujarlo, aunque en vez de hacerlo retroceder, yo me alejé^/. Soy un adulto ahora, ya nadie puede ordenarme qué hacer, mucho menos tú.

^/Todavía te falta por crecer^/ dijo señalando la diferencia entre nosotros. Al ser 5 años mayor que yo, tenía más musculatura y una aleta mucho más fuerte. Si se lo proponía podría saltar las puertas y nadar a mar abierto^/. Además siendo flaco y feo ninguna hembra humana te va a querer^/ se burló y sólo bajé la cabeza.

Estaba consciente de eso, además no tenía idea de cómo me acercaría a una humana llegado el momento. Desde que tengo memoria y mis hermanos también, nos prepararon y explicaron que nuestra generación debía prepararse para proteger a los humanos y reproducirnos con ellos para que su especie no desaparezca luego de la aparición de la segunda luna. No éramos los únicos que el arrecife que teníamos esa misión.

La segunda Luna ya había aparecido hace unos días, sin embargo se mantenía escondida detrás de la primera, casi invisible a simple vista. No sabíamos cómo reaccionaron los humanos a esto ya que ambas especies habían estado incomunicadas durante mucho tiempo, años, siglos. Por ello los más ancianos comenzaron a preocuparse porque las compuertas no se abrían aún.

Hace muchos siglos nuestra raza dominaba los océanos, hasta que conocieron a los terrestres, esa otra raza no tenía aleta y no podían respirar bajo el agua. Hubo guerras porque se cazaban los unos a los otros al considerarse trofeos, hasta que, con el paso de los años, llegaron a un acuerdo de paz. Los terrestres habían predicho que en algún momento el océano arrasaría nuevamente con la tierra y nuestros ancianos hablaban de la aparición de la segunda Luna en el cielo. Ambas razas confiaron en la otra e hicieron un pacto, el cual consistía que los humanos dejarían a los nuestros en paz, ya no habría más guerra ni muerte y fue así que se construyeron las compuertas. Nuestro hogar era un gran arrecife, resguardado de las corrientes fuertes y de los grandes depredadores como orcas y tiburones.

Le siguieron siglos de paz y prosperidad, nos habíamos convertido en mitos para los humanos así como ellos para nosotros. Yo, al igual que mis hermanos, sólo los conocía por las historias de mis abuelos y mi madre pero nunca habíamos visto uno con mis propios ojos. Sin embargo lo que recibimos en algún momento debería ser devuelto, esa era la condición. Con la llegada de la inundación debíamos ayudar a los humanos a sobrevivir. Nuestras especies se unirían formando una nueva, un símbolo de igualdad y compromiso con la paz.

Ackley sacudió su mano frente a mis ojos, pues me había perdido en mis pensamientos. Debía responderle algo inmediatamente.

^/Nada asegura que te querrán a ti^/ mi respuesta pareció afectarlo, aunque lo disimuló muy bien.

^/Soy grande y fuerte, es lo que todas buscan en un macho^/ respondió y flexionaba los músculos de sus brazos.

^/Son humanos, de otra raza, no estás seguro^/ Dejé la conversación al voltear y nadar lejos de él. Si seguía mirando su cara en cualquier momento lo golpearía.

En ese instante vi a un gran grupo dirigirse hacia las compuertas, estas llevaban al mar abierto y a la tierra firme. Todos los reunidos se veían preocupados y sin previo aviso vi que comenzaron a saltar. Tomaban carrera para luego saltar por sobre las compuertas. Mi hermana Tez estaba entre ellos entonces sujeté su brazo antes de que saltara. Ella me miró con sorpresa, entonces apretó mi rostro como siempre lo hacía, pero el problema era de que ya no era un niño.

^/¿Qué estás haciendo? ¿A dónde van todos? Todavía no abrieron las puertas^/ Ella detuvo mis brazos de un suave movimiento y miró hacia arriba.

^/No abrieron las puertas porque no pueden, eso dijeron los viejos^/ respondió rápidamente^/. Iremos a ayudar antes de que pase más tiempo, debemos saltar.

Ella me dio una sonrisa para luego nadar lejos, sabía que esto significaba un adiós por ahora y sacudí mi brazo en forma de despedida cuando la vi saltar sobre las compuertas. Lo hizo de una manera muy elegante y desapareció de mi vista. Casi todos los adultos de nuestra generación estaban abandonando el arrecife. Yo tenía mis dudas de poder saltar las compuertas, eran demasiado altas y quedaría en ridículo si no lo conseguía. En ese momento Ackley golpeó mi hombro de forma brusca para que lo mirara.

^/Cuando nos veamos otra vez tendré muchas mujeres e hijos^/ me dijo. Entonces, sin siquiera tomar distancia, dio un sorprendente salto que lo hizo cruzar sobre las puertas y abandonar del arrecife.

Ya lo veremos, idiota, pensé al momento de nadar hacia las profundidades. Cuando toqué el fondo, volteé y sacudí mi aleta. Debía nadar más rápido, tener impulso al momento de saltar, entonces dejé el agua y el viento acarició cada parte de mi cuerpo. Sentí que rocé el borde de la compuerta pero conseguí caer del otro lado. Finalmente ya estaba en mar abierto.

¿Hacia dónde debo ir ahora?, me pregunté mientras veía a los demás alejarse a diferentes direcciones. Al azar escogí una dirección y comencé a nadar. La superficie se sentía más cálida que las profundidades y eso era extrañamente agradable. Seguí nadando por horas y horas hasta que divisé tierra firme a lo lejos. En ese momento todo mi cuerpo se paralizó, todavía no podía creer que vería un humano finalmente después de todas esas historias. Después de imaginarme ese escenario cientos de veces en mi mente.

¿Debo acercarme y saludar a los terrestres o mantenerme escondido? No puedo llegar y decirles "hola" como si nada. Se asustarían al verme y, en el peor de los casos, querían cazarme.

Fantasma Azul Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora