La Gemela De Draco Malfoy (George Weasley Y Tu)

2. El Callejon Diagon

Después del desayuno nos alistamos para ir al callejón diagon.
Estoy tan emocionada!
Cuando llegamos al Callejón diagon mi madre nos lleva a casi cada tienda que hay aquí. Yo siempre disfruto de compras con mi madre. Juntas nos divertimos yendo de tienda en tienda, antojándonos y probando de todo, ropa, joyas, zapatos y otros accesorios. Normalmente vamos solas, ya que a mi hermano y a mi padre le aburre el ir de compras y hacen mala cara. Pero ya que Draco y yo necesitamos las mismas cosas de la lista para Hogwarts, estamos los cuatro aquí. Después de un largo rato de caminar y comprar ya tengo casi todo, solo me hace falta una mascota. Así que mientras mi hermano aun esta donde madame Malkins por su uniforme, mis padres van a comprar nuestros libros y yo me voy a la tienda de mascotas. Por la emoción de por fin tener a mi propia mascota camino a paso rápido, casi corriendo. Voy abriéndome paso por la multitud, cuando de repente me choco con una chica y ambas caemos al suelo. "Perdón no te vi" se disculpa y levanto la mirada para ver con quien me había chocado. "No pasa nada, era yo la que iba corriendo" le respondo un poco apenada. Se trata de una chica con cabello castaño y un poco alborotado. Ya otra vez de pie se presenta "Soy Hermione Granger" me sonríe amablemente y me estrecha su mano. Algo dudosa la acepto y me presento "Mucho gusto Hermione yo soy ____ Malfoy" me presento. "El gusto es mío ____ . Bueno tengo que irme ya, mis papas me están esperando, nos vemos" dice Hermione "Nos vemos" le digo y ella se va corriendo a donde están los que parecen ser sus padres. Me sacudo y arreglo la falda de mi vestido y entro en la tienda para mascotas. Primero miro a mi alrededor. Es un poco oscuro y hay muchos animales de todo tipo como gatos, lechuzas, murciélagos, ranas, sapos etc. La mayoría de ellos se encuentran en jaulas que cubren todas las paredes, del suelo hasta el techo. Camino un poco por la tienda observando a cada animal. Hay muchos que son muy lindos y tiernos. De tamaños y especies diferentes, jóvenes y ya mayores. De repente escucho un ruido que proviene de una jaula que se encuentra detrás de muchas otras. me agacho y corro con cuidado una de las jaulas. La pequeña criatura se mueve inquietamente en su jaula y cuando su ojos brillantes se fijan en mi empieza a maullar. Me acerco y trato de sacar la jaula del fondo para verla mejor. En frente de mi logro ver a una gatita bebe. Su pelaje es como el de un tigre solo que negro con rayas blancas y sus ojos que me están observando detenidamente son de color lila con un toque plateado. Me le acerco y pongo un dedo en los barrotes de la jaula y ella pone sus patita en donde está mi dedo y me vuele con su naricita rosada. "Hola hermosa" le digo con una sonrisa a lo que ella solo contesta con un tierno "Miau" y empieza a ronronear frotando su cabeza contra mi mano.

"Ya escogiste algún animal cariño?" me pregunta mi madre que acaba de entrar a la tienda. "Si mama, quiero a esta gatita" respondo y le muestro la jaula con la gatita dentro. Mi madre llama al vendedor y después de unos minutos salimos de la tienda, yo con la gata en mis brazos y mi madre lleva la jaula. "Qué tal si le compramos algunas cosas a tu nueva mascota mi amor? Esta jaula esta como muy... fea no crees?" me dice y yo estoy más que de acuerdo con ella. Entramos a algunas otras tiendas y terminamos con bolsas llena de cosas que le compre a mi nueva mascota. "Muy bonito el nombre que le pusiste" me dice mi madre. "Opino lo mismo, cierto Ágata?" le respondo mirando a mi nueva mascota que está en mis brazos y ronronea, ese nombre lo leí en un libro y me gustó mucho. Mi madre me mira con ternura y me acaricia el cabello. Le compramos un nuevo bolso de viaje que es cómoda y peluda por dentro y de cuero fino y plateado por fuera. También le compramos un hermoso collar de perlas con pequeños cristales de color lila, pero mama lo hechizo para que no sea demasiado pesado para ella. De hecho le compramos dos collares, este y uno un poco más grande y con un cristal de color violeta en el cual tiene gravado su nombre, para cuando crezca. "Ven, vamos a buscar a tu padre y a tu hermano" yo asiento y vuelvo a meter a Ágata a su nuevo bolso en la que se quedó dormida al rato. Primero fuimos a la tienda en donde se compran los uniformes, pero nos informaron que ya se habían ido de ahí, así que seguimos caminando por el callejón.