"¡Ah! Doctor Valencia, que bueno que llegó."

"¿Por qué? ¿Qué esta pasando?" preguntó Daniel tomando asiento.

"Pues que estoy tratando de explicarles que Betty se presentará la semana entrante a firmarles lo que quieran y nadie me cree."

"Todo es verdad", dijo Daniel a la junta.

"¿Tu cómo sabes eso Daniel?"

"Ayer hablé directamente con la señorita Pinzón." Al escuchar esto Armando inmediatemente volvió a volcar toda su atención a la junta. Daniel siguió hablando, "Pude comprobar que efectivamente esta fuera de la ciudad por razones estrictamente laborales y estará de vuelta la semana entrante."

"¿Y quién nos asegura que volverá?" preguntó Marcela.

"Yo conozco a las personas con quienes está trabajando, si hay un cambio de planes, si ella hace cualquier movimiento fuera de la agenda me lo harán saber inmediatamente."

"¿Donde está?" habló Armando por primera vez. Lo dijo en voz baja pero lleno de furia contenida. No entendía como Daniel había logrado hablar con ella directamente cuando el dificilmente se estaba comunicando con intermediarios.

"Eso no les puedo decir."

"Claro, nunca lo sabremos, no hasta que el juzgado de el fallo y se quede con la empresa".

"Marcela, confía en mi. No importa dondé se encuentre hoy la señorita Pinzón, lo importante es que ella va a estar aquí la próxima semana y de eso me encargo yo, no te preocupes."

"¿Pero cual es el misterio con el paradero de la señora?" preguntó Marcela exasperada.

"No hay ningún misterio, simplemente es mejor por el momento que nadie más esté enterado. ¿No es así señor Mora?"

"Efectivamente, es lo mejor."

"¿Como la encontraste?" dijo Armando con el mismo tono de voz de antes.

"¿Quieres saber si le monté la perseguidera, molestando a su familia y amigos hasta el cansancio? Pues no, ese no es mi estilo. Simplemente conozco a sus jefes, ellos me lo hicieron saber y organizaron la llamada para que pudiera hablar con ella, eso es todo."

"¿Ella habló contigo? ¿Te aceptó la llamada?" preguntaba Armando cada vez mas enfurecido.

"Así es Armandito, al primer intento habló conmigo. Era lo único que te pedimos y ni eso pudiste hacer, y mira, tan difícil no era."

Armando estaba apunto de levantarse en un ataque de furia pero la mano de su madre sobre su brazo y la voz de su padre lo detuvieron.

"Señor Mora, el mensaje que envía la señorita Pinzón a través de ustedes, queda perfectamente claro. Le agradecemos por su presencia."

"Ah, bueno, entonces yo los dejo." dijo Nicolás levantándose de la mesa, "Eso sí, les digo una cosa, ustedes están juzgando mal a Betty, de eso sí estoy completamente seguro y, bueno, si quieren hacerle llegar algún otro mensaje pues aquí estoy yo, para resolver cualquier duda," una vez llegó a la puerta, y mirando directamente a Armando, agregó, "O con el Doctor Valencia que va a estar en contacto con ella también"

Antes de que se fuera, Marcela alcanzó a decir, "Dígale que nosotros no nos vamos a quedar cruzados de brazos esperando que ella se quede con todo. Que puede que nosotros no sepamos nada de ella, pero que ella sí va a saber de nosotros."

"Sí, está bien señorita, mensaje captado, ¿ah?" dijo Nicolás saliendo de una vez por todas de la habitación.

La sala de juntas se quedó en silencio de nuevo, y fue Daniel quien habló primero.

"Marcela, eso no era necesario. Ya te dije que yo me voy a encargar de todo, ¿por que no confías en mí?"

"Yo sí confío en ti Daniel, pero ¿ella?, esa es capaz de todo."

"Señores, les ruego para mañana, estudiemos otros caminos para salir de esta situación. Yo también estoy sospechando de esa mujer. Nos vemos mañana para escuchar sus propuestas. Tenemos que actuar desde ahora", dijo Don Roberto.

"No, pero ¿actuar de qué? Nosotros no estamos en condiciones de tomar repesalias contra Betty," se atrevió a decir Armando.

"Me da asco estar de acuerdo con un borracho, pero mi opinión es que no tenemos por que hacer nada todavía. Ya les dije que yo me encargaré de que ella esté aquí la próxima semana," contestó Daniel.

"De todas maneras, esa propuesta tiene que existir, Daniel. Les pido un permiso." Y con esas palabras Don Roberto dejó la junta, no sin antes dejar en claro una vez más que aún no era capaz de dirigirle la palabra a su propio hijo.

Eso le dolió inmensamente a Armando así que intentó, derrotado, volver a su oficina. Claro, Daniel no lo iba a dejar ir tan fácil y le recordó una vez más que la presidencia ya no le pertenecía. De todas maneras, no tenía a donde más ir así que se encerró en la que fuera su oficina con su mejor amigo.

"Hermano, ¿dónde se metió? ¿Usted cómo va a llegar así? Mírese hombre! ¿Dónde estufo?"

"Por ahí... por ahí deambulando en un taxi," contestó Armando.

"Hermano despierte! Tiene que levantarse y volver a la realidad! No se da cuenta de lo que está haciendo Betty? ¿Lo que le está haciendo a usted?"

"Ya Calderón, estoy cansado de escuchar todo lo que me ha hecho Betty."

"Es que usted está más interesado en lo que pueda pasar con su pequeño romance, en su pequeña historia de amor, en si Betty lo ama o lo odia y ¡no con lo que pase en la empresa!"

"No lo puedo evitar, hombre."

"Pues despierte hermano, por que mientras usted está acá sufriendo por su amor, ella está haciendo sabe que tratos con Daniel Valencia, y eso si es grave Armando."

"No, Betty no me va a hacer eso. No me traicionaría por Daniel."

"Armando, es que ella ya lo traicionó dos veces. Primero cuando lo entregó a la junta y después cuando lo entregó a Marcela ¿no se ha dado cuenta? ¡Se va a quedar con la empresa!"

"Si Betty tuviera esas intenciones simplemente no envía a Nicolás, no habla con Daniel y envía a los abogados así de fácil."

Mario no quedó nada convencido así que mientras salía de la oficina solo se limitó a decir, "Ojalá".

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Un poco de relleno pero necesario para la historia. En la siguiente parte volveremos a tener contenido betty x daniel :)

Gracias por el apoyo a la historia! Espero los siga gustando!

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