Rechazados - Hirugami x Lectora

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-"Realmente crees que es la única manera de solucionarlo?..." preguntaste com obvia tristeza

-"Creo que si... No es bueno obligar a amar a nadie..." el alto respondió con igual tristeza

-"Al menos puedo intentar algo antes?"

-"Eh?"

Colocaste una mano en su mejilla y te acercaste a él, depositaste un beso en sus labios por unos segundos y luego te separaste de él.

Gao se encontraba completamente rojo por ese repentino movimiento de tu parte, era la primera vez que se besaban.

Tapaste tu boca con lentitud y lágrimas comenzaron a caer de tus ojos.

-"Lo siento.. Lo siento..." repetias con dolor

-"Por qué lo sientes? Hey.. No llores por favor..." preocupado él se acercó a ti

-"No sentí nada..." más lágrimas caían de tus ojos y te apoyaste en el hombro del muchacho mientras lo abrazabas con fuerza "Lo siento, lo siento tanto por no poder quererte... Lo intenté... De verdad lo intenté..."

El otro acarició tu cabello.

-"No te preocupes, todo va a estar bien"

Sus palabras eran confiables, pero si hubieses visto su rostro no hubieses sentido tanta tranquilidad.

Mordiendo su labio evitando sollozos, y sus ojos cristalinos con su ceño fruncido por la frustración.

En ese momento se dio cuenta.

Nunca lo ibas a poder querer como él te quería a ti.

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-"Muchas gracias por invitarnos Hoshiumi" Hirugami le dijo a su amigo colocando una mano en su hombro

-"Si! Fue muy divertido! El balón hacia bam! Y fwoosh! Y pow!" hacías los sonidos mientras imitabas movimientos, haciendo reír a varios de los que te estaban viendo

No pudiste evitar ponerte roja de la vergüenza al darte cuenta de lo que hiciste.

Una vez se despidieron de todos salieron de aquel gimnasio, ya estaba oscureciendo.

-"Hirugami, te gustaría salir a comer conmigo?" le preguntaste sorprendiendolo, eso lo tomó desprevenido

En ningún momento se le había cruzado por la cabeza que le podrías llegar a preguntar eso.

Él te observó un momento y luego te dedicó una sonrisa.

-"Por supuesto" aceptó sin problema

Le diste una sonrisa cuando aceptó, tomaste su mano y empezaste a guiarlo a donde querías ir.

Conocias un lugar muy bueno cerca de aquel gimnasio.

Eres de pasear mucho por las calles sola, por eso conocías tantos lugares.

Hirugami miró un momento tu mano en la suya, tu lo sujetabas con firmeza, pero él no.

Dudo un momento sobre que hacer, pero luego tomó tu mano.

No obtuvo reacción alguna en un principio, pero vio una pequeña sonrisa expandirse en tu rostro junto con un pequeño sonrojo.

Ninguno de los dos habló durante el camino, pero ambos disfrutaban la compañía del otro y lo demostraban con aquellas dulces sonrisas en sus labios.

-"Aquí es" dijiste cuando llegaron a un pequeño restaurante, era minimalista pero se veía bien

Entraron y tomaron asiento, no había demasiadas personas allí, el ambiente era tranquilo.

-"Quieres charlar de algo?" le preguntaste sorprendiendolo aún más que antes

-"Si tu gustas" respondió con una sonrisa

-"Por supuesto" respondiste

Pidieron algo para comer, y mientras esperaban empezaron a platicar.

No fue muy diferente a la última vez que platicaron, fueron cosas básicas las preguntas que se hacían, e incluso algunas un poco bobas sin sentido que les hacían reír.

-"(T/n)"

-"Dime"

-"Estás enamorada?"

Ya le habias sorprendido mucho a Hirugami con tus propuestas, ahora era el turno de él de sorprenderte con alguna pregunta.

Miraste a un lado un momento.

No deberías preguntar cosas como esas

Pensó Hirugami que responderias algo así, como ya lo habías hecho.

-"Te responderé después" decidiste contestarle eso con una sonrisa

Él se sintió aliviado ante aquellas palabras.

Su comida llegó poco después de eso, y mientras comian continuaron con algunas preguntas bobas y anecdotas del pasado, las risas no faltaron en aquel momento, y todo fue muy natural y cómodo.

-"Quieres postre?"

-"Solo si lo comparto contigo"

Una leve risa escaparon de sus labios.

El tiempo pasó volando en aquel lugar.

Cuando notaron lo tarde que se estaba haciendo decidieron marcharse.

Pidieron la cuenta y pagaron cada uno por su parte.

Se levantaron de sus asientos y salieron de aquel lugar.

Sin siquiera preguntar, ambos solo empezaron a caminar juntos, acompañandose mutuamente.

Otra vez el silencio los invadió, pero no era nada incómodo.

Eventualmente llegaron a la calle en donde debían separarse.

-"Aún espero la respuesta a mi pregunta" dijo él con tranquilidad

No dijiste nada, solo te acercaste a él, tomaste sus mejillas y uniste sus labios con los tuyos.

El beso duró unos segundos antes de que te separes y lo mires directamente a los ojos.

Tardaste un momento en darle la respuesta.

-"Si, lo estoy" besaste su mejilla a manera de despedida y te fuiste a tu hogar a un paso ligero

Hirugami se quedó parado en su lugar, tocó sus labios.

Son tan suaves...

Fue tan cálido...

Sintió su corazón acelerarse y rostro arder, no pudo evitar sonreír.

Así que así se siente ser correspondido...