Capitulo 6 - Llevados por el deseó

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El presente...

Summer subió las escaleras con el corazón lleno de tristeza, está era ya la sexta vez que la dejaba plantada, la sexta vez que no llegaba como habían acordado para cenar.

Enojada se quitó el vestido y mi arrojó al cesto de la ropa sucia « Tanto esfuerzo para nada » se dijo a si misma, ya no aguantaba las ganas de llorar así que se encerró en el baño y se dejó caer en el suelo.

Un dolor se cabeza la domino en ese instante y se puso en pocision fetal pues jamás había sentido una punzada de esa magnitud. Se abrazo a si misma recargando su cabeza en el suelo hasta que el dolor se fue, asustada se levantó y miro su rostro lleno de lágrimas al igual que sus ojos, rojos de tanto llorar.

- ¿Que diablos fue eso? - se pregunto a si misma, abrió el grifo y se lavo el rostro, quitando el maquillaje tan hermoso que se había hecho ahora arruinado por tanta lloradera.

Se quedó mirando al espejo y se preguntó si ya no era tan atractiva como antes o que mas le faltaba, quería volver a esos días en los que el amor y la pasión gobernaban en su matrimonio, cuando estar juntos era lo mejor de la vida para los dos.

Samuel se quedó mirando las escaleras y frustrado se sentó en la mesa, mirando todo lo que Summer había preparado para esa noche. Aunque el trabajo era importante se sintió mal por no haber puesto alguna alarma que le recordara lo mucho que Summer lo esperaba ese día.

Quizás hablar más tarde sea lo mejor, en ese momento decidió darle un momento a solas y se puso a levantar todo lo que había en la mesa, lavo los platos y los guardo, tapó la cena no sin antes darle una probada a las ricas enchiladas que su mujer había hecho.

- Que delicia... - dijo para si mismo después de casi comerse la mitad del refractario.

Apenado lo guardo y termino de limpiar la cocina, se quedó observandola por un momento y se preguntó ¿Qué podía hacer para compensar a Summer? Aún tenía mucho trabajo y sabía que no podía ausentarse ni nada por el estilo así que tomo el teléfono y llamo a quien podía darle un consejo.

- ¿Bueno? ¿Quién es?- escucho una voz adormilada.

- Daniel, ¿Puedes pasarme a Ricky?

- ¡Maldita sea Samuel! ¿Por qué llamas a estas horas? - río ligeramente ante la molestia de su buen amigo.

- Anda nececito un mega favor - suplicó.

- Más te vale que no estés coqueteando con mi marido por qué te corto las bolas.

- Cariño ¿Quién es? - Escucho la voz de Ricky y los reclamos poco entendibles de Daniel.

- Te lo voy a pasar pero usted tiene una bella mujer demasiado sexy en su casa así que aléjate de mi marido - Samuel se carcajeo ante los berrinches que le expresaba y prosiguio.

- Agradezco el halago y créeme que amo a mi mujer así que puedes estar en paz de que Ricky es solo tuyo - se escuchó una ligera risa del otro lado de la línea.

- Más te vale imbécil, ya te habla Ricky

- Te agradezco Daniel

- Dime Samuel ¿A qué se debe tu llama y por qué alteraron a mi marido? - Sam volvió a reír un poco y le explicó.

- Hice enojar a mi esposa y me odia ahora... No llegue a tiempo a la cena y pues... Ya sabes...

- Tsss - se burló Ricky con una carcajada - Te lo mereces por descuidarla pedazo de tonto.

- Lo se pero ya sabes que el proyecto nos tiene como locos a ambos.

- Si lo sé pero debes tener en cuenta que tu esposa espera que de vez en cuando ella sea la prioridad.

Los años que te ame... ©[✓]Where stories live. Discover now