One-shot /Escenarios Kimetsu no Yaiba ·En Edición·

🌊 Tomioka Gyuu 🌊

One-shot
Especial cumpleaños de Gyuu
08/03
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Tomioka despertó gracias a algunos pájaros madrugadores que ya estaban cantando a esa hora de la mañana, las 06:30.

Él sabía que día era, y sabía lo que le esperaba en todo el día hasta que acabara, y no exactamente serían felicitaciones o celebraciones a lo grande, si bien para su suerte tendría el día libre ya que el patrón respetaba esos días en especial, aunque Gyuu siempre prefirió ir a alguna misión que soportar todo el día a algunos de sus compañeros pilares que seguramente algo le tendrían preparado, si bien algunos de sus compañeros no lo trataban tan mal o al menos se llevaba mejor, como Mitsuri, Gyomei, Kyojuro y Muichiro, aunque con este último su relación era más bien "x" ya que ni uno ni otro interactúan entre sí.

Aunque de entre todos sus compañeros, solo le importaba que una persona lo reconociera por su cumpleaños.

Empezó el día con un desayuno ligero y con un poco de entrenamiento, no tenía planes en específico para ese día ni mucho menos, para él era un día como cualquier otro, lo único que cambiaba era su edad y ya. Aprovechando su día libre, se puso una de las pocas yukatas que tenía para sentirse más cómodo.

Justo cuando decidió salir un rato, escuchó un aleteo, era su cuervo acercándose a la finca, volando de manera irregular pero estable. Gyuu distinguió un papel enrrollado entre las garras del animal, y apenas el animal logró posarse en un tronco cercano, el pelinegro se acercó con curiosidad, bien disimulada en su cara, abrió el papel y lo leyó de manera detenida, era una carta de felicitación del que fue su sensei, el maestro Urokodaki Sakonji, si bien el señor era muy serio, con un carácter fuerte, logró ver algo de cariño en las palabras del maestro, a la manera de Urokodaki claro.

A pesar de que sus facciones no mostraban emoción alguna, en el fondo sintió algo de calidez al recibir una carta de su maestro, por lo que se planteó escribirle una carta más tarde.

Ahora sí salió de su finca, decidió ir al pueblo cercano a dar una vuelta, ya eran las 9:00 por lo que las personas estaban un poco más movidas para empezar el día, abriendo sus negocios, barriendo la entrada de las casas, etc. El lugar siempre fue agradable y tranquilo, era perfecto para él.

Estaba distraído en sus pensamientos, entre tanta cosa que se esperaba en su día, por el momento nada pasaba, solo la carta de su sensei y ya, pero el seguía esperando al menos unas palabras de esa persona para él, era lo único que le importaba.

Por fin se decidió por ir a las aguas termales a relajarse un rato, después de tantas misiones cualquiera diría que debía darse un respiro.

Al llegar al lugar, se metió al agua tranquilamente, ya estaba totalmente relajado cuando de repente escucho un grito grave seguido por un gran chapuzón que lo terminó de mojar.

-Inosuke!! Estamos en un lugar público!!- Tomioka reconoció la voz de Tanjiro, quién al verlo todo empapado dedujo que el salto de Inosuke lo dejó así.

-Tomioka-san! Por favor perdone la molestia.- El de los aretes no paraba de pedir perdón mientras que Zenitsu se metía al agua como cualquier otra persona, una vez dentro Inosuke salió del agua y hundió al rubio.

- No te preocupes Tanjiro, no hace falta que te disculpes.- Dijo el azabache.
-Pero Tomioka-san, hoy es su cumpleaños, estoy seguro que solo quería pasarla bien en las aguas termales.- Gyuu se le quedó viendo a Tanjiro, hasta dónde él sabía, nunca le había dicho su cumpleaños.- Oh, es que Kocho-sama me lo dijo en la mañana.- contestó el menor ante la mirada de Tomioka.- Aprovecho para desearle un feliz cumpleaños Tomioka-san.