Cuando quiso volver a girar yo me adelanté a él, poniéndome de frente. Bufó algo cansado, queriendo que yo también lo ignorara, pero los dos sabíamos muy bien que no iba a hacerlo.
— ¿Por qué estás enojado? — Pregunté con una voz bastante suave para no tensar la situación y tampoco sensibilizarme.
Valentín negó con la cabeza, y noté que no podía mirarme a los ojos. — No estoy enojado, Eve.
El tono de su voz también fue suave, o más bien, débil. Fue la primera vez en el día que me demostró su tristeza.
— ¿Entonces, por qué me ignoras? — Suspiré algo angustiada, sin importar que lo note. — Yo no quiero dejar de hablarte, Valentín, me gusta pasar el tiempo con vos y que seamos amigos.
Pensativo, me respondió al instante. — A mí también pero-
— ¿Y entonces?
Y luego de aquel momento, me miró a los ojos fijamente. — Yo no puedo ser tu amigo, Evelyn. Sabes muy bien porqué, y ahora que los dos tenemos claro lo que nos pasa, prefiero que no nos hablemos más.
Mi vista comenzó a tornarse borrosa, pero me interesaba muy poco. Ya no me importaba que alguien pudiera verme llorar, estaba en un momento de mierda y había cosas más importantes por las cuales preocuparme.
— ¿Osea que no nos vamos a hablar nunca más? — Solté con mi voz a punto de quebrarse. — ¿O hasta cuándo?
Valentín volvió a mirar al piso, y respiró hondo, como si buscara las palabras correctas para responderme.
— Hasta que se me pase todo el amor que siento por vos. — Contestó, y sentí una presión en el pecho inevitable.
Un silencio abrumador nos invadió cuando terminó de hablar, y ya ninguno dijo nada. Continuó con su camino, y yo me quedé allí, con el bollo de papel en la mano y pequeñas lágrimas corriendo por mis cachetes. Noté como Juliana observaba de reojo la situación, desde la otra punta del patio, presenciando todo lo que acababa de pasar. Sin la intención de hacerlo, la ignoré, cabizbaja. No quería pensar en más nada.
El timbre sonó a los pocos minutos, indicando que ya terminaba el recreo, y caminé despacio hacia el aula tratando de asimilar el estado de mierda en el que me encontraba.
Me senté en mi banco y recosté mí cabeza entre mis brazos, esperando a que el barullo terminase y se oyeran los pasos del profesor entrando. Seguía con aquella presión en el pecho al recordar las conversaciones, y las lágrimas no dejaban de caerme. Una compañera se había acercado a preguntarme lo que ocurría, pero no pude contestarle, el nudo que tenía en mi garganta no me lo permitía.
Pude ver la mirada entristecida de Juliana puesta en mi nuevamente, y cuando se la devolví, me quedé impresionada por un momento. Ella me había sonreído. Me estaba sonriendo como una forma de consuelo, y yo no pude reaccionar de otra forma que no sea con extrañeza. Creí que estaría completamente enojada conmigo, pero empecé a sentir la esperanza de que no fuera así. Su pequeña sonrisa hizo que lo sintiera.
Se volteó por unos segundos, escribiendo algo rápidamente en una hoja de su carpeta, y yo no le sacaba la vista de encima. Cuando giró nuevamente, me tiró el pequeño pedazo de papel hecho una bolita para que me llegara correctamente, y lo abrí rápidamente.
Mi corazón dio un vuelco al leer su mensaje.
"Hablamos después de la escuela"
Después de muchas horas, una sonrisa se hizo presente en mis labios, y cuando quise responderle con la cabeza, ella ya no me estaba mirando.
YOU ARE READING
• c u p i d o ; wos •
Fanfiction"¿Que tan difícil podía ser convertirme en la cupido de mi mejor amiga?" By wossxoliva Créditos a @terrazadelvacio por la hermosa portada
• - D I E C I S I E T E - •
Start from the beginning
