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Ni bien había terminado de hablar y ya tenía a toco el equipo pateándome duramente. Alguien me pateó en la espinilla y no pude evitar retorcerme de dolor, momento que aprovecharon para lastimar mis costillas y estómago. Sintiendo dolor por todo el cuerpo intenté alejar mi mente lo más posible de aquella escena. Ellos sabían qué lugares patear para no causarme un daño permanente. No buscaban matarme, solo algo con qué jugar. Lástima para mis padres, si querían que muriese tendrían que encontrar otra forma que no fuera mandarme al instituto. De la nada dejé de sentir las patadas y me atreví a volver a mi cuerpo y analizarlo. Estaba aturdido y tenía los oídos taponados y escuchaba todo como si estuviera bajo el agua. Sentía dolor en toda la espalda, las piernas, el estómago, y algunos lugares de la cara. Me toqué el labio y ardió, miré mis dedos y estaban cubiertos de un espeso líquido rojo, el mismo que fluía de dentro hacia afuera de uno de mis orificios nasales. Sangre.

Volteé listo para recibir otra tunda de golpes pero en su lugar solo ví a esos chicos corriendo, alejándose de mi cuerpo semi-inconciente, miré atrás por encima de mi hombro y ví un coche con llamativas y titilantes luces azules que se dirigía hacia mí. Comprendí, entonces, que los matones uían de esta y me alegré por un segundo.

Pero si la policía estaba aquí y yo era su "víctima" tendrían que avisar a mis padres que sufrí de multiples golpes. Pensé en escapar pero estaba demasiado cansado y débil como para pararme siquiera. Apoyé la cabeza en el pavimento y cerré los ojos, sabiendo que estaba a salvo por el momento. Sentí que alguien me tomaba por lo hombros y me sacudía ligeramente seguido de unas palabras pero estas sonaban distantes. Abrí mis verdes y cansadas orbes y miré al hombre que gritaba algo a una mujer, unos pasos más atrás. Intenté entender lo que decían pero estaba demasiado cansado, solo quería cerrar los ojos y no despertar. Presté atención para daber que harían conmigo, si me llevarían a un hospital, o algo por el estilo.

- ... ambulancia... rápido ... interna ... detener ... Resiste.

El hombre me miraba mientras les gritaba a los demás. Tocó mi mejilla y en creí oír un distorcionado "resiste chico, tu puedes"

El hombre se paró al ver que llegaron otras dos personas y se hizo a un lado, el policía dejándome en manos de los enfermeros, quienes me levantaron con delicadeza y rapidez para colocarme en una incomoda camilla con patas plegables, para empezar a rodarla hasta la ambulancia. Podía ver y sentir lo que pasaba y qué me hacían, pero seguía demasiado aturdido para entender lo que decían. Me subieron a la ambulancia y esta empezó a andar. Sentí un pinchazo en el brazo derecho y supuse que me estaban inyectando algo en mi mano diestra porque la zurda estaba llena de feas cicatrizes. Una morena mujer apareció en mi campo visual y me preguntó algo que no entendí, la mujer me tomó de las mejillas y habló en un tono un poco más alto, facilitandome el entendimiento.

-¿Cómo te llamas?

-Ha... Harry.

-Bien Harry. Necesito que te quedes tranquilo ¿de acuerdo? Todo va a salir bien- habló dulcemente la mujer a lo que yo simplemente asentí.

El aturdimiento empezaba a dispersarse siendo reemplazada por el dolor. Gemí lastimosamente y no pude evitar hacer una mueca al volver en mis cinco sentidos.

-Duele -hablé llamando la atención de la mujer.

-Aumenten la dosis de morfina. -les dijo a los demás. - Tranquilo Harry, tu solo respira.

Sentí como algo entraba en mi sistema sanguíneo, calmando considerablemente el agudo dolor que sentía. Funcionó demasiado bien porque empezé a cerrar los ojos. Talvez estaba muriendo, talvez solo me estaba desmayando, yo solo necesitaba descansar en paz aunque fuera solo unas horas. Me dejé llevar por esa voz al fondo de mi cabeza que me decía que me relajara y me permitiera a mi mismo desconectarme.

Self-harming ~ LarryWhere stories live. Discover now