Tenebris

40

—¿Te acuerdas de Park YooChun? —asentí a su pregunta, aguantando otro bufido al descubrir que era eso lo que lo había tenido tan ocupado— Bien, ya descubrí qué relación mantiene con JiSung.

—¿Y bien? —pregunté desinteresado— ¿Cuál es?

—Es su bisabuelo. O tatarabuelo, no lo sé exactamente.

—Genial, ahora hay que darle la noticia. —dije sarcástico esta vez no aguantando rodar los ojos.

—Eso no es lo más importante. YangYang escucha. —solté un quejido cuando jaló un mechón de mi cabello— Park YooChun no solo escribió sobre monstruos, también sobre los dones y cómo se originaban.

Me alejé de él y me senté en la silla a su costado, prestándole mi completa atención ahora— Continua.

—JiSung vivía con su madre en el mundo humano, y él es la única familia que tiene registrada. No madre, ni padre, solo JiSung. Ahora, mira esta foto. —sacó una vieja imagen de una de las páginas del libro, en la cual se veía a un hombre y a una mujer con el estómago algo hinchado, estaba embarazada— Esta mujer es ella, la madre de JiSung, y el hombre a su lado es Park JiHoon, su padre. Ahora, ¿te suena de algo ese nombre?

Hice memoria, tratando de recordar en donde lo había escuchado, pues mi cerebro había reaccionado ante ese nombre. Asentí después de unos segundos, apretando el puente de mi nariz con algo de impresión y tristeza.

—Al que mataron hace algunos años. No encontraron al asesino, y tampoco se extendió la investigación una vez dieron con el cuerpo.

—Eso sucedió hace dieciséis años, YangYang. La edad de JiSung. —me alteré incluso si había llegado a la conclusión antes de que la dijera— Park YooChun es parte de la familia paterna de JiSung, y ellos eran brujos realmente exitosos. Todos, muy conocidos. Park SeoJoon, Park HaeJin, Park ShinHye, una familia llena de los mejores brujos y brujas que podrías imaginar. Entonces, ¿por qué ninguno pudo encontrar al asesino de uno de los suyos? —sacó una foto más reciente y pequeña que la anterior, pero considerablemente más dañada— Esta es una foto de la madre de JiSung, tomada hace unos dos años como máximo.

Agarré ambas imágenes y la puse una al lado de la otra, alejándome de ellas inmediatamente al notar a donde quería llegar.

—No ha cambiado. Está exactamente igual en ambas. —murmuré pasando una mano por mi rostro con estrés.

—Es una vampiresa, y tuvo un romance con un brujo. Lo que hace a JiSung un híbrido. —recogió las fotos y las guardó en el diario, abriendo el mismo en otra página— YooChun escribió a detalle el cadaver de JiHoon, destacando entre la descripción el cuello desgarrado y las mordidas en sus brazos. No creo que la madre de JiSung lo haya hecho, sino ya la habrían asesinado. Ella tiene el cabello castaño, debe ser una sirvienta, pero lucía ropas elegantes y una apariencia cuidada, a diferencia de los demás sirvientes de esa época. Creo que la familia de nobles que la convirtieron le tenían cierta preferencia, y también creo que fueron ellos quienes mandaron a matar a JiHoon. Tal vez para alejarla de los brujos y mantenerla con ellos, o para borrar cualquier evidencia de que haya habido un romance entre una de los suyos y un brujo. Claro que no lo lograron por completo, JiSung sigue con vida.

—¿No era imposible para las vampiresas el quedar embarazadas?

Llevó una mano a su nuca, apretando con algo de fuerza— No tengo la menor idea. Por teoría es así, pero ya sabes que nada es enteramente imposible.

Asentí conociendo bien aquello. El destino tendía a hacer lo que quería de vez en cuando —¿Cómo lo hizo? —pregunté esta vez queriendo saber cómo había logrado escapar de todo un clan de nobles.