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Las vacaciones habían pasado extremadamente lentas, pero hoy, por fin disfrutaba la última luna llena bajo los cerezos antes de entrar a mi primer año de preparatoria

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Las vacaciones habían pasado extremadamente lentas, pero hoy, por fin disfrutaba la última luna llena bajo los cerezos antes de entrar a mi primer año de preparatoria. La brisa de verano era tibia, por lo que no sentí frio, y me quedé hasta tarde mirando el cielo sin percatarme de ello.

Había pasado las vacaciones estudiando arduamente para ingresar a Shiratorizawa, y había llorado muchas noches mirando la misma luna, el pensamiento de no conseguir la beca no me dejaba dormir. Las noches sin lunas eran definitivamente las peores, no tenía ningún rayo de luz que iluminara mis pensamientos.

Sin embargo, cada noche cuando llegaba Kenjiro de su trabajo a medio tiempo, se acercaba hasta mi y me daba ánimos. Alrededor de las 1:30 de la mañana sentí sus pasos acercarse a la ventana del patio y se apoyó en el pilar con los brazos cruzados —...Narumi-chan, mamá tiene a los mejores hijos, sea cual sea el resultado, no tengas miedo.

Miedo. Era inevitable sentir miedo. Vivimos solos con nuestra mamá desde antes que yo naciera. Podíamos tener a la mejor mamá del mundo, pero eso no quita el hecho de que estuvimos muy solos cuando niños. Recuerdo que le traía muchos problemas a Kenjiro cuando lloraba por mamá, pero él se mostraba fuerte, y aparentaba no tener miedo, aún cuando deseaba que mamá estuviese con nosotros y nos protegiera de todos nuestros monstruos imaginarios, aguantándose sus propias lágrimas. Desde entonces, siempre me he mantenido cerca de Kenjiro. Mi única familia es mamá y mi hermano mayor, que remplazó la estúpida figura de mi padre.

Acerqué mi mano a la carta de la Preparatoria Shiratorizawa, dentro de aquel sobre estaban los resultados de mi beca. La deslicé por la madera del suelo hasta tomarla con la punta de mis dedos, para luego acercarla a la manos de Kenjiro, la tomó con cuidado y despegó el sobre para luego quedarse en silencio tras leerla —A diferencia de ti, yo no tuve que trabajar a medio tiempo cuando preparé la prueba... —miré a Kenjiro con los ojos llorosos, procurando no hacer ruido y despertar a mamá —. Lo hiciste bien, Narumi-chan. Tienes la beca completa —volteé a verlo sorprendida, pero Kenjiro dejó caer la carta sobre mi cabeza y pude leer que lo que decía era cierto —¡No me asustes así! 

—Shh, despertarás a mamá —sonrió —. Era obvio que mi hermanita podría con una tonta prueba.

—Pensé que no había quedado, los últimos días apenas podía concentrarme —sujeté mi cabeza con ambas manos, sentía que la presión sobre mis hombros había desaparecido. 

—Eres brillante, Narumi. Pero ahora ve a dormir, mañana iremos a comprar tu uniforme. 

—Ya voy. Gracias por pasarme tus apuntes, no hubiese podido sin ellos. 

—Era lo menos que podía hacer. Ya vete a dormir —Kenjiro bostezó.

Eran ya las 2:00 de la madrugada, así que fui obediente. Cepillé mis dientes y lavé mi cara con agua tibia para luego humectarla con crema. Me cubrí bajo las mantas de mi cama con la mente despejada. Fue la primera noche de muchas en la que dormía tan plácidamente.

тнe вeѕт oғ yoυ ↯ ĸαɢeyαмα тoвιoWhere stories live. Discover now