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"No sabiendo quien era supe lo que no era, pero entendí quien pude llegar a ser"

Vaya melodrama podría contarles, personalmente me encuentro aburrido de ese tipo de historias. Mi vida no ha sido más que una similitud de muchas otras, por ello digo que no estoy lleno de tragedias ni de logros, nunca busque la gloria mucho menos que me recordasen. Lo único que de verdad quise fue que por lo menos una persona escuchase lo que a nadie le conté. Me gustaba estar con ella, me gustaban los lugares a los que iba con ella incluso me gustaba quedarme más tiempo con ella, pero nunca fue mi lugar.

Entre frases aún puedo alcanzar a describirla como una persona sincera pero no tanto como para abrirse a un mísero joven de quince años de edad y cómo lo haría si ni el mismo sabía que quería, un inexperto más que podría llenarle la cabeza de ideas y promesas vacías sobre el primer amor. Tal vez ella ni siquiera me recuerde y es más yo apenas recuerdo su silueta y un poco menos su rostro, cada vez se va desvaneciendo de manera acelerada.

Do menor, William Herschel una sinfonía para cuerdas. Desconozco aún si aquel hombre fue un hombre lleno de talento o solo uno más del montón de compositores, algunos tal vez se ofendan si son seguidores de él, la verdad es que no me importa, pero lo conocen tan bien que entenderán la exaltación que sentí al verla por primera vez, primera vez que me estremecí por tener a una mujer tan cerca y en su momento tan lejos. No, no es algo trágico porque no supe cómo reaccionar, tampoco supe que sentía, solo sabía que era nuevo y que ese era el primer paso para la libertad que no sabía que quería tener. Una bella caricia en el alma, nada más que eso, luego silencio, luego calma. Emociones más allá de mi comprensión.

En mi infancia tuve acceso a melodías amadas por muchos más de los que podría conocer y ¿Quién no conoce a los grandes maestros compositores, las fugatas, las óperas, el silencio auditivo, las fallas en las falanges, los problemas de alcoholismo, la avaricia, la envidia y algo más... amor? No, no soy un experto en música solo alguien obsesionado con cosas que no puede entender y ¿para que querría yo entender la música?

Podría inventar aquí una explicación de cómo es que eran aquellos hombres, pero eso no es lo que me ocupa a mí en estas hojas. Lo que sí podría decir es que conocían la agonía y encontraron una manera de expresarla, aunque ninguno en verdad sabe que es lo que quisieron decir. La agonía de las primeras experiencias, el creer tener algo que nunca tuvieron, consideren que ellos perdieron para compartir aquel anhelo. Mariana en Chopin, Nocturno en Do menor, esa es la mejor descripción.

Un joven muy joven intentando descubrir que era andar solo por la vida, era de las primeras veces que de verdad andaba solo por la vida, tomando el primer bus para llegar a tomar el otro y luego bajar y caminar por el desfiladero junto con otros jóvenes, llegar escoger un asiento y quedarse ahí sin decir nada, solo observando tratando de analizar cada uno de los movimientos de sus compañeros. Llega el profesor a decir sus primeras palabras, él trata de entender que dice y porqué está ahí, nunca lo supo.

Pasando algunos días al fin comienza a hablar con alguien, una conversación vacía y típica - ¿Cómo te llamas? ¿de dónde vienes? ¿Cuántos años tienes? ¿querías estar en esta escuela? ¿Cómo te iras? ¿podemos irnos juntos? es que nunca había estado tan lejos de casa- Vaya que los primeros días siempre viajaba solo y con temor de ser asaltado porque era una zona peligrosa y desconocida, callado y en el asiento de lado de la ventana observando hacia afuera y notando lo tranquila que era la noche.

La noche como la melancolía a veces es la mejor compañía, cada paso que das sobre la acera ella avanza contigo, no se molesta si vas de prisa o muy lento, ella se encuentra ahí moviéndose a tu ritmo como cuando bailas un vals, un, dos, tres. En un principio ella es la que te lleva, si dejas que ella siempre guie nunca podrás guiarla a ningún lugar. Do menor, nunca estuvo en mis planes y es que nunca planee nada hasta después de conocerla.

Sinceridad se observaba en sus ojos, ilusiones en sus suspiros, mentiras en su palpitar, melancolía en sus palabras ¿y qué más tenía que haber? Si solo era una niña a la que le rompieron el corazón, un idiota más del repertorio como el resto. No, no existen las excepciones, todos somos idiotas y no hablo de los hombres, sino también de las mujeres. Ensimismados, preocupados por querer más y más... ¿alguna vez quisimos algo de verdad?

La respuesta casi siempre será si, para el resto no ¿por qué si y por qué no? Como seres humanos nos encontramos en búsqueda de algo que no podemos tener y eso lo queremos, aunque no sepamos que es. Yo me encontraba del lado del no, y es que cómo iba a saber yo que de verdad quería algo si no sabía lo que podía tener, porque sí podía, pero nunca lo quise. Mariana fue eso y sé que en este momento está bien o por lo menos eso es lo que quiero pensar.

Duro poco esa experiencia fue entonces que comencé a fumar y beber, en algunas ocasiones más que eso y es que como dije antes, quería sentir lo que no podía sentir, también quería experimentar aquello que todos decían que no. Las personas que conocí en ese momento se convirtieron en aquellas personas que estaban ahí, aunque no estuvieran, comprendí entonces que no puedo llamar amigos a los que conozco y reconocí que parte de ellos se encuentra en mí, pero parte de mí no se encuentra en ellos.

Les diré, no me gusta la palabra amigos ni sus derivados, intentando explicar porque les dejo las siguientes palabras: la palabra amistad perse no existe, lo que existen son relaciones entre personas que permiten una conexión distante desde el punto de vista de las experiencias de cada uno cuando convergen en el mismo contexto, llamaremos a esto el primer encuentro, luego si esto mismo sucede en múltiples ocasiones se convierte en algo más íntimo. Dicha intimidad es un arma de dos filos en el sentido en el que nos construimos a partir de otros ¿Quién te enseño a decir mamá y papá? ¿fuiste tú mismo?

Los otros, son y serán aquellos que nos brinden su opinión basados en sus experiencias intentado dar a entender algo que tú mismo no has entendido, pequeña pausa, procésalo lento, espera... no arremetas aun con tu argumento. Bien, lo anterior sucede más veces de lo que pensamos y antes de que consideren que no he encontrado a un amigo se equivocan. Sucede tantas veces que terminamos por no notarlo, consideren lo siguiente: conociste a la persona más maravillosa de tu vida y quieres que sea tu pareja, corres a contárselo a tu amigo, él te dirá (tal vez) que consideres otra opción porque él lo hizo y no le fue bien o le fue tan bien que en realidad no quiere que a ti te vaya bien y aun así tú le sigues llamando amigo.

Las veces que eso me sucedió, me refiero a que me contarán eso siempre opte por decir "hazlo, si te equivocas o no, aprende y aprehende de ello y avanza", por eso es que yo a los que ustedes llaman amigos yo los considero como algo más, algo tan grande que no puedo encontrar palabras para describirlos porque de cada uno he aprendido más de lo que esperaba, tal vez esa no fue su intención. Ahora les agradezco que hayan llegado hasta este punto, pueden considerarlo una estupidez porque no encaja con lo que han aprendido o con lo que les enseñaron, solo me gustaría que se preguntaran ¿Qué tanta influencia por parte de tus amigos ha tenido impacto en tus decisiones? También quiero que quede claro que no estoy en contra de crear lazos de amistad, simplemente no los veo como ustedes los han visto.


13 + 1 ríspida rapsodiaWhere stories live. Discover now