Confesión II

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Punto de vista de Carla:

No se cómo sentirme ahora mismo. Por un lado, siento alivio de que la verdad llegó a manos de la justicia y Polo fuera a la cárcel. Pero por otro lado, siento miedo. Las verdades de mi familia saldrán a la luz, mi padre seguramente irá a prisión y quedaremos desoladas con mi madre.

Me levanto de mi asiento y veo como se llevan a Polo esposado. Andrea y Begoña me miran con lágrimas en los ojos y percibo decepción en sus miradas, y Cayetana solo se retira junto a las madres de su novio para acompañarlo. Por consiguiente, se acercan la inspectora y mi mamá hacia mí.

-Gracias Carla, hiciste lo correcto. Muchas vidas iban a salir perjudicadas de esto.- fue por un bien mayor, lo sé. Pero ahora ¿qué será de mí?

-No hay de qué.- respondo de forma tajante y carente de emociones, dándole a entender que necesito estar sola y ella entiende el mensaje a la perfección. Ahora habla mi madre.

-Estoy orgullosa de ti hija. Se que se vienen muchas tormentas y problemas, pero estamos juntas en esto. Te prometo que saldremos adelante y todos seremos felices de una vez por todas.- una vez dicho esto solo puedo sonreírle y darle un fuerte abrazo. Me siento muy feliz de contar con mi madre. Ojalá podamos salir adelante de toda la mierda que se nos viene encima.

Una vez que empezamos a caminar hacia la salida puedo ver a Guzmán y Samuel darse un apretón de manos acompañado de un abrazo y el rubio se retira, dejando solo a Samuel. Mi madre al ver esta acción decide mirarme, no fueron necesarias las palabras para saber que tenía que dejarnos a ambos y hablar. Al verla irse ella solo le sonríe a Samuel, y este se acerca a mí.

-Emm...-es muy evidente su nerviosismo-gra...gracias, de verdad.- se que está siendo sincero y también se lo importante que era para el la verdad por el bien de su familia. -¿Estas bien? Cuando mencionó lo de el reloj te pusiste pálida- ya contaba con lo observador que era Samuel, pero me sorprende que se haya dado cuenta. Estaba llorando mientras hablaba y probablemente mi cara parecía un tomate.

-De nada, y...-pienso un segundo en ser sincera con él. Necesitaré de su apoyo, pero aún me siento dolida, así que me haré de rogar un rato más. -Estoy bien. Solo...me tomó por sorpresa que lo haya mencionado.-

-Esto significa que el padre de Guzmán y tu padre irán a la cárcel, ¿no?.-

-Si, pero...- iba a hablar pero me interrumpe - Quiero que cuando necesites algo, lo más mínimo o estupido que sea, me lo digas. Voy a estar siempre para ti, ¿de acuerdo?- que hice para merecerte Samuel.

Sonrio de medio lado y respondo. -Esta bien.- y sin más, me abraza. Luego de corresponder su acto de cariño, me despido con un "hasta luego" y un simple beso en la mejilla.

Iba en el asiento trasero de mi auto. Roberto, mi chófer, iba conduciendo y mi madre iba a mi lado derecho. Estaba metida en mis pensamientos mirando por la ventana. Tenía miles de preguntas sin responder y muchas preocupaciones.

¿Que pasara con la relación de mis padres? Las cosas no iban bien entre ellos desde que confesé, así que lo seguro era que iban a divorciarse, cosa que no me afecta tanto porque jamás compartimos tanto como para extrañarlos juntos.

¿Que pasarán con las bodegas? Lo más sensato será buscar un abogado e intentar negociar algún contrato o algo para no perderlo todo. Quizás estaremos en banca rota, pero nos quedarán las bodegas.

¿Que pasará con Ventura? El reloj, según papá, contenía información sobre ambos, pero estoy seguro que mi papá será quien esté más involucrado en negocios sucios.

Carmuel - One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora