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*Narración omnisciente
(Tiempo presente)

— Cuando cumplí 21 encontré este lugar y me mudé. Estudié publicidad y mi trabajo es muy bueno. - finalizó Haruto.

— En tu casa están todos mis diseños. - susurró Junkyu que miraba atentamente a su alrededor.

— Están todos. Eso era lo que más querías, diseñar tu propio hogar, así que no es "mi casa" es nuestra.

Junkyu sonrió volteando a ver a Haruto.

— Estoy muy orgulloso de ti. Lo has hecho bien, cumpliste tu promesa, cumpliste mis sueños. - Junkyu tomó su rostro en manos peinando un poco su cabello. - Lo hiciste... Gracias.

Haruto lo abrazó con una sonrisa mientras se embriaga a del aroma de Junkyu.

— Es como si estuvieras aquí de nuevo...

— Es que aquí estoy Haruto...

Haruto levantó la mirada al escuchar aquello.

— Tú estás... Hace diez años...

— Enséñame tu casa. - interrumpió Junkyu sentándose sobre la cama. - Vamos Ruto, enséñame todo de este lugar.

Y si esto era un sueño ¿Qué más daba? Era el mejor sueño.

— Todos están aquí... - susurró Junkyu.

— Cuando me mudé aquí fue lo primero que planee. Dividí todos tus diseños para que no hubiera cuarto en los que faltaran. Incluso en los pasillos están. - respondió mientras caminaban tomados de la mano por los pasillos.

— ¿Hiciste todo esto por mí?

Haruto asintió soltando un suspiro.

— Creo que si. Me hace feliz recordarte, y cuando los terminé sentí tanta felicidad, me sentí bien y me sentí en mi hogar... Es agradable verlos y...

— Soy yo... - interrumpió Junkyu. Al ver su nombre en una puerta. - Hiciste esto hace tres años...

— ¿Tú cómo sabes eso? - preguntó Haruto.

— Porque me lo dijiste. Siempre que me hablas te escucho.

Haruto se adelantó y abrió aquella puerta. Extendió su mano llamando a Junkyu quien con gran emoción y curiosidad fue de inmediato.

Aquella habitación para Haruto era el lugar más cómodo de la casa. Aquella habitación era una biblioteca donde había además varias fotos de ambos juntos, estaban ahí los diarios de Junkyu y todos los regalos que este le había dado también estaban ahí.

— Cuando estoy aquí me siento bien. Es mi refugio este lugar, venir y leerte, ver nuestras fotos o sólo venir aquí y recordarte me hace bien cuando más lo necesito. - respondió Haruto tomando asiento en el sillón. Estiró la mano llamando a Junkyu.

Junkyu se acercó y tomó asiento a su lado, lo abrazó y dejó que Haruto se recostara sobre su pecho como hace diez años lo hacía.

Este era el sueño perfecto, estaba en el sueño del que jamás quería despertar.

— Aunque eramos jóvenes vivimos lo mejor. - habló Haruto mientras Junkyu acariciaba su cabellera y jugaba con su cabello a la vez. - Nos amamos, me ayudaste a crecer como persona. Me enseñaste a ver la vida de otra manera y me enamoré de ella. Gracias a ti entendí que cada segundo es valioso, que la vida es corta y que debemos disfrutarla y valorarla.

— Me siento orgulloso de que lo hayas entendido y que lo hayas hecho. - respondió Junkyu con una sonrisa.

— Junkyu, si esto es un sueño te pido que me dejes disfrutar de el. - Haruto se sentó mirándolo fre te a frente. - Y si tienes que irte ya, dame la oportunidad de verte mañana por la noche otra vez, déjame estar contigo en mis sueños otra vez.

— ¿Y si mejor estamos juntos para toda la eternidad? - preguntó Junkyu tomando las manos de Haruto.

Haruto se sorprendió un poco por lo dicho.

— Ruto, vine por ti... Vámonos. Ya es hora.

Junkyu se puso de pie, estiró la mano y Haruto la tomó.

— No hay nada que me haría más feliz que estar contigo para toda la eternidad. - respondió Haruto.

El japonés se acercó a lo labios del más bajo y plantó un beso en ellos. Rodeó su cintura y sin qué sus miradas se perdieran la una a la otra empezaron a bailar tarareando la melodía.

Una luz blanca surgió entre ambos, y al verse nuevamente Haruto volvía a tener 18 años, la misma edad qué tenía cuando Junkyu murió. Ambos lucían nuevamente los trajes del día de su boda y esta vez nada los separaria.

Junkyu lo abrazó aferrándose a él mientras sonreía apretando los ojos.

— Tú lo cumpliste... - susurró Haruto. - estamos juntos otra vez...

— Nos perdimos una vez, y así lo hagamos una y otra vez siempre nos volveremos a encontrar porque ese es nuestro destino, estar juntos... - Junkyu tomó su mano y le señaló a una puerta de color blanco. - Vámonos Ruto, perdamonos nuevamente y volvamos a encontrarnos.

— Vámonos...

"Y en otra vida volveremos a vernos, no sé cómo serás ni donde estarás, pero te encontraré en esta vida y en las que siguen. Pierdete en el más enredado laberinto, no importa donde estés, siempre nos encontraremos otra vez."

"Volveremos a encontrarnos aún sin saber que lo hemos hecho. Nuestro destino es perdernos para volver a encontrarnos y unir un sólo corazón. Perdamonos y volvamos a encontrarnos"

"Tú eres mío para toda la eternidad."

Destinados a amarse pero no a tenerse.

"Si pudiera hacer algo para no perderte lo haría."

"Pero perderme a mí es mejor que perderte a ti."

"Estaré contigo hasta que la vida lo permita, entonces voy a perderte y volveremos a estar juntos hasta que la muerte vuelva a unirnos."

"Muchos piensan que la muerta es el fin, sin saber que es el único lugar donde podemos estar juntos."

"Muchos le temen a la muerte, pero yo sólo busco que llegue para volver a tenerte."

"Perdamonos y volvamos a encontrarnos."

Porque ese es su destino. Amarse, lastimarse, se han de perder para descubrir que en realidad no lo hicieron y que aunque estén separados en realidad están juntos, unidos por un mismo sentimiento, por un misml amor, por un mismo corazón.

Losing You...

Losing You - HaruKyu:・゚✧ Où les histoires vivent. Découvrez maintenant