Estoy mal hecha, de mala crianza, mala cuna, de mal actuar.
No puedo enderezarme menos dirigirme voy errando aquí y allá.
Eligiendo al azar, gastando el tiempo como si tuviera mas.
Me impuse a esto de sufrir, adoro los problemas, me apetece estar en paz pero me engancha la guerra mucho más.
En este campo minado donde estoy, existen cadavéres con sueños e ilusiones con quien jugar, Pero yo quiero luchar.
Me deleita el sufrimiento y lo que viene después de el; no me avergüenza, más bien siento un poco de pena en ocasiones al comenzar, pero ya es costumbre y siempre pido mas.
Cierro los ojos después de una batalla emocional y llega una oleada de calma, hermosa serenidad.
No solicitó ayuda, estaré sola con mi pesar, que confundida aún me puedo levantar, aparte de tener malicia también sufro de arrogancia, y aunque luego caiga en los huecos, siempre me libra la astucia.
Quizás le pido a Dios
Que me perdone las veces que me tenga que perdonar, por hacer algunas tantas veces daño y mal, incluso desleal.
Le pediré por una persona con marcas, cicatrices, del alma mutilado desarmado completamente, moribundo en agonía.
Me conozco tanto que desde la empatía de un ser desgraciado cómo yo, podré actuar con empatía y bondad.
