Amor en tiempos de COVID

37 2 3
                                    


Derrotado una vez mas dispongo mi marcha funebre de vuelta a la jaula de alquiler a la que llamo hogar.

He olvidado el día que es y las horas transcurridas realmente importan poco si no es que nada. La única hora relevante es la media noche ya que al igual que una Cenicienta debe regresar antes de las doce de su baile porque se termina la magia, yo, un triste mendigo de vida, debo volver a casa antes de las doce de un trabajo sin respeto por la salud de sus reactivos porque se cierra el transporte público, ese vagón que a estas horas y dependiendo de la estación puede transportar los fantasmas de quienes transitaron su ruta en días pasados o llevar sardinas apretadas una contra otra en un silencioso juego donde el mas sardina será eliminado de la competencia, así hasta que ese vagón deje de ser una lata y al igual que los demás sea no más que un medio de transporte de los fantasmas de quienes transitaron su ruta en días pasados.

Se abren las puertas y entro al recorrido que en algún tiempo pasado era sinónimo de imaginaciones y pensamientos que sucedían junto a la ventana a mi costado por donde las veía pasar a la velocidad del sonido a la par de las luces que solían iluminar la ciudad. Ahora solo es un largo recorrido de un punto A a un punto B donde la imaginación y pensamientos carecen de relevancia comparándose con el cuidado a no tocar nada, que el cubrebocas no se caiga y que todo ser que ose respirar se mantenga a una prudente distancia de entre un brazo y medio vagón de ser posible. Nada personal, no es que no me guste estar cerca de la gente, es que no quiero contagiarme y menos estar cerca de la gente.

dos estaciones menos de un total de toda la línea y las puertas vuelven a abrirse. Cada vez hay menos respirantes y mas fantasmas. En este punto ya nadie entra, solo salen de uno en uno, de dos en dos, de tres en tres y yo me quedo sentado, esperando a terminar mi trayecto del punto A al punto B sumido en la compañía de fantasmas que al no respirar no parecen molestar mucho como los dos o tres perdidos que al igual que yo lo único que esperan es llegar al final de la línea...o de sus vidas las cuales al igual que la de todos nosotros han perdido su valor integro de existencia y se han vuelto no más que un digito.

Las puertas se van a cerrar para volver a la marcha después de cinco segundos o media eternidad cuando son detenidas de golpe por una sombra de cabello largo y falda corta. Apurada la sombra que se coló al ultimo segundo, se acomoda en el asiento frente al mío y desvía su mirada a la ventana que tiene detrás suyo y yo, por mi parte, no puedo dejar de verla.

Ese suéter le queda ridículamente grande, y el cinturón le cuelga por el costado, sus medias de red sobresalen levemente entre la falda a cuadros y las botas que le llegan a la rodilla y es por eso que lo que más atrapó mi atención de su aspecto fue el cubrebocas de tela color rosa con nariz y bigotes de gato que rompe con toda la facha

¿Por qué rosa? ¿No quedaba mejor uno de color negro o de los que venden en las farmacias? ¿Realmente era necesario el bordado de gato? ¿Cuál será su nombre? El como su largo y negro cabello lo mueve el viento mientras su mirada esta perdida en la noche de la ventana hace que una atmosfera casi mágica se dibuje al rededor de ella y me hace querer retratarla. ¿Qué música le gusta? ¿A que dedicará sus ratos libres? ¿Le gusta dibujar o es más de cantar?

De repente caigo en cuenta que han pasado tres estaciones mas y yo no consigo descifrar aún porque un cubrebocas rosado ¿Se lo habrá regalado su hermana menor o es algo que ella escogió? Me pregunto como es el rostro que se esconde tras esa tela bordada con la nariz y bigotes de gato. Seguro que esos labios son finos y es una nariz pequeña, con dientes parejos...quizá un poco torcidos. La miro de reojo para asegurarme de no olvidar esa imagen, poder retenerla en mi mente lo suficiente como para poder dibujarla una vez llegando a mi jaula de alquiler.

Desconozco cuanto es que falta para llegar a mi destino, estoy más interesado en conocer el aroma de su cabello o el sonido de su voz ¿Será dulce y melodiosa? Me pregunto si el aroma de su cabello será a flores o vainilla...tal vez sea un poco a hierbabuena o eucalipto ¿Le gustará pasear de noche por la Alameda?

Amor en tiempos de COVIDWhere stories live. Discover now