Cap.2 Kiseop/2

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Kiseop en un movimiento rápido me sentó en sus piernas y sin tiempo de empujarlo para que se alejara de mí, me abrazo y mirándome fijamente dijo: -lo suficiente para saber que estas ansiosa por amar y porque te amen…-

Obviamente me puse nerviosa, jamás había tenido un contacto tan directo con un hombre. –eres un babbo Kiseop, ¿crees que eres quien me va a enseñar algo? No te equivoques, no eres lo suficiente…-

-¿lo suficientemente hombre para hacerlo?- termino lo que yo estaba diciendo. –tú no te equivoques Min En: puedo ser el mejor, incluso el único que te haga sentir lo que se siente.- 

Kiseop me hizo dudar, claro que me gustaba él era realmente hermoso, pero no estaba segura de confiar en él. –Lo siento niño, pero quien se quede con la flor de mi virtud, será un verdadero hombre.-

El chico se incorporó rápidamente dejándome sentada en el sofá, me dio la espalda y cuando volvió a mirarme tenía una mirada de furia. –¡¡ ¿es que no entiendes que me gustas?!!-

Aquello me sorprendió mucho, pero trate de no perder la calma. –Kiseop yo no te gusto… sencillamente soy un trofeo para ti. ¿Crees que no escuche lo que dijiste aquel día en el laboratorio?-

Kiseop abrió su boca para hablar. -¿Qué dices?-

-no mientas te escuche perfectamente…-

---- FLASHBACK---

-entonces Kiseop, ¿quién será tu nueva conquista?- pregunto leo recostándose a uno de los mesones del laboratorio de Química.

No es que me interesara, pero al ir pasando por ahí de casualidad y escuchar que le preguntaban a Kiseop algo me detuve a ver de qué trataba. Me acerque sigilosamente a la puerta de entrada del laboratorio. Me agache para escuchar mejor y a rastras entre, me escondí debajo de uno de los puestos cerca a la puerta, pero por los cuales no alcanzaban a verme.

-si Kiseop, suéltalo ya… ¿Quién será?- espeto otro de los chicos.

-no lo sé,  la verdad…-

-no te hagas de rogar, sabemos que ya has analizado a las posibles candidatas.- dijo Leo.

El otro chico le pego a Leo, lo sé porque este se quejó. –ya déjalo Leo… posiblemente ni siquiera sabe quién lo hará feliz por unos días.-

-no es eso… simplemente que quiero experimentar algo.- respondió Kiseop.

-¿experimentar?- preguntaron ambos chicos.

Tuvieron que hacer alguna expresión de sorpresa o asombro porque Kiseop dijo: -no me miren así… quiero probar algo, ¿Cómo decirlo? Ha si, algo nuevo.-

-¿algo nuevo?- respondió dudoso Leo.

El otro chico soltó una carcajada. –Yo sé a qué te refieres amigo…- hizo una pausa.-y créeme en este siglo ya no la encontraras.-

 ¿De que hablaban esos tres? Las rodillas ya empezaban a dolerme, trate de acomodarme para quedar con la espalda pegada a la pared, para descansar un poco. Trate de agarrarme con una de las sillas que se encontraban cerca de mí, Se me fue un poco la mano y la silla se arrastró soltando con ella un chirrido. Omo esos tres me descubrirían y yo estaría muerta. Pensé muy asustada. Ninguno se inmuto por aquel ruido,  la conversación siguió…

-¿estás hablando de una virgen?- pregunto un poco preocupado Leo.

Alguno de ellos resoplo. –Eres un babbo Leo.- dijo el otro chico.

-ha eso me refería amigos, quiero una virgen y aunque sé que es difícil, no es imposible…- reflexiono Kiseop.

-¿pero dónde la conseguirás? En este colegio: Todas Las bonitas tienen su historia con alguien… solo te quedan las feas y no creo que quieras con esas.-

Aja, así que hablaban de eso. Chicos estúpidos, en ese momento quería levantarme de ahí y darle unos cuantos golpes a cada uno, por ser tan atrevidos. Alguna vez había escuchado que “los caballeros no tienen memoria” y aunque hasta antes de ese momento no había entendido de que se trataba. Ahora todo estaba claro. Pero me abstuve de golpearlos, porque si ellos estaban buscando una virgen, yo sería un blanco fácil y aunque me gustara ese vándalo de Kiseop,  no estaba dispuesta a hacer nada a la fuerza y menos para ser expuesta con sus amigos.

-pues no es necesario meterme con las feas, solo con las menores…- dijo Kiseop.

-¿quieres decir que quieres con las de cursos menores?-

-Leo eres un babbo… no sé cómo podemos andar contigo.- dijo el tercer chico.

Kiseop resoplo, se notaba que estaba fastidiado. -Mario tiene razón, Leo eres un tonto.-

Bueno,  el nombre del tercer chico era Mario. Leo se sintió incómodo. –mianhe chicos, pero no me parece que debamos… quiero decir, está bien estar con cualquier chica de nuestra edad y hasta mayores… pero ¿con una menor? ¿No es eso muy peligroso?-

-Kiseop, en eso Leo si tiene razón… ¿no es eso un arma de doble filo?-

-aiss, son unos tontos… no dije que lo aria con todas, solo quiero experimentar con una.- Kiseop se acomodó en su silla y continuo. –quiero saber que siente antes, durante y después… sé que para las vírgenes es distinto y quiero saber que se siente estar entre las piernas de alguna. ¿Acaso no entienden eso?-

El imbécil de Kiseop quería una virgen y yo quería con él… ¿sería capaz de darle la flor de mi virginidad a un mal hombre, por amor?

-Y ya tengo a la víctima…- finalizo aquel que me deslumbraba.

-¡¡ ¿Quién es?!!- gritaron al unísono aquellos secuaces.

Kiseop recapacito una vez más. –la chica que cuida de Pía… Jang Min En.-

---FIN DEL FLASHBACK---

-no te hagas el tonto…-

-¡¡ya estoy lista agasshi!!- entro Pía una vez más corriendo.

Me levante del sofá y tome de la mano a la niña. –ha…- dije a Kiseop antes de salir. –Recuerda que debes arreglar el desastre que armaste en la cocina.-

-¡¡TU NO ME MANDAS…!!- lo escuche decir, pero ya había cerrado la puerta detrás de mí.

Esa noche y después de rebobinar todo lo que había pasado en la casa de Kiseop, me había dado cuenta de que él realmente había dicho que yo le gustaba; pero aún no sabía si realmente dejo de andar con ese par de chicos, porque quiere cambiar o porque es una estrategia para atraer a incautas. Lo cierto es que ese chico me encantaba. Luego de un rato me dormí profundamente.

-Aléjate ya Kiseop.- grite.

El aludido hizo caso omiso de mi pedido;  tapo mi boca y me empujo a lo más alejado de la biblioteca. Estaba asustada y muy preocupada de que nadie hubiera escuchado mi grito y no vinieran a rescatarme. Me arrincono a una de las esquinas y se acercó a uno de mis oídos.

-cálmate, no te are daño… solo quiero saber algo.- Kiseop sonaba muy empalagoso, no delicado sino apasionado. Eso me asusto.

Le mire las manos en mi boca dándole a entender que no respondería si seguía con ellas hay. Abrí mis ojos más y asintió. –Te las quitare si prometes no gritar.-  asentí resentida, pero aceptando. 

-¿Qué quieres babbo?- pregunte limpiando mi boca con la manga de mi blusa, cuando me vi libre de su mano.  Seguía pegado a mí sin darme espacio ni siquiera para respirar bien, su cuerpo presionaba el mío. Lo trate de empujar pero resistió.

-¿y bien?- pregunte.

Mordió su labio inferior y miro mi blusa que estaba un poco abierta. -¿Por qué te pusiste de rojo?-

Instintivamente pose mis dos brazos por encima de mi pecho, el peor día para ponerme ropa interior roja. ¿Es que acaso debo decirle a todo el mundo que olvido lavar el resto de mi lencería?

-sabes que mientras dabas deporte y sudabas en la camisilla blanca se podía definir muy bien esa ropa interior.-  mordió otra vez su labio inferior, empecé a temblar pero me controle, él no podía verse tan sexy intimidando. 

-¿a esa hora no deberías haber estado en clases?- pregunte para desviar el tema y eliminar esas ganas que yo tenía de besarlo. 

ஐ.•Ema•.ஐ

Los Chicos De Mi Vida (U-KISS Miembros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora