𝙽𝚒 𝚜𝚎 𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍𝚊𝚗 𝚗𝚒 𝚜𝚎 𝚍𝚎𝚓𝚊𝚗 1/2

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Daniela.- No, no, ¿Cómo te vas a ir así? Ven a sentarte conmigo y come algo. —Pone una mano por la espalda de Vero y la encamina hacia la mesa.

Algo dentro de ella la carcomía por dentro la curiosidad era más grande. Ella quería saber porque se encontraba ahí y haría lo que fuera por descubrirlo.

Vero.-  — Se sentó justo al lado del lugar de Daniela —¡Ay Daniela! Es que yo no debería estar aquí además tengo unas cosas que hacer.

Daniela.- Pero claro que debes estar aquí y no creo que esas cosas sean más importantes que divertirse. Aunque me sorprende verte aquí.

Vero.- Créeme que a mí igual. —Rodó los ojos con algo de frustración —Y por eso creo... —Fue interrumpida por Daniela.

Daniela.- ¡Nada!. Es más toma algo —Le da una copa de vino. —Eres una mujer que trabaja demasiado como para no disfrutar por lo menos un momento. —Explicó mientras miraba con una sonrisa a la mujer tomar un poco del vino.

Verónica ya no quiso llevarle la contraria a Daniela, sabía que no haría que se fuera por más resistencia que pusiera. Ambas ellas continuaron hablando de temas triviales. Verónica trataba de evadir el tema de Ana pero pensó que seria cada vez más difícil y más porque Daniela ya estaba un poco ebria.

De pronto Diana A tomó el micrófono y comenzó a decir algunas palabras.

Diana A.- Primero que nada, quiero agradecer a todos por venir. Sé que dejaron muchos compromisos de lado solo para acompañar a una maravillosa mujer, amiga, compañera, hermana, cantante, compositora pero sobre todo una gran mamá. Esta mujer cumple 46 años de carrera, esta mujer que ha alegrado nuestros corazones con bellísimas canciones, esta mujer que ha pasado por mucho para llegar a donde esta. Un aplauso para mi mamá ¡Ana Gabriel!. —Aplaudió la joven mientras miraba a Ana. El lugar no tardó en llenarse de aplausos después de que Diana terminara de hablar.

Narra Ana

Seguía si creer que Verónica estuviera aquí, era algo que aún no sabía como dimensionar. Estaba tan metida estaba en mis pensamientos que no escuché que Diana A mencionó mi nombre en el micrófono, reaccioné por los aplausos que me daba la gente.

Diana A. —Se acercó a mí. —Muchas felicidades mami.

Ana.- Gracias mi amor —Me paré de la mesa y me acerqué para abrazarla.

Diana A.- ¿Mami no quieres cantarnos algo? —Preguntó y en su voz se notaba la emoción por una respuesta positiva de mi parte.

Tras el comentario de Diana Alejandra todos los invitados comenzaron a gritarme que cantara, quise negarme porque me sentía muy nerviosa. De un momento a otro dirigí mi mirada hacia una de las mesas que se encontraban a mi lado izquierdo y tras eso sentí una mirada en mí. Verónica y yo nos quedamos viendo fijamente para mí fueron horas pero la realidad es que habían pasado sólo unos segundos. Me armé de valor, tomé el micrófono aún con algo de inseguridad, caminé hacía el centro. Tenía demasiados nervios pero quería sorprender a Verónica, quería que ella supiera que sigo dando lo mejor de mí, de alguna manera quería demostrar que había estado bien sin ella, aunque lo hacía más para convencerme a mí que a ella. Muchas preguntas empezaron a invalidar mi mente.

Ana.- ¿Qué quieren qué cante? —Comencé a escuchar demasiadas voces diciendo diferentes canciones —Bueno, como no se ponen de acuerdo dejaré que las organizadoras la elijan —Miré a Diana A y a Diana V.

❥︎ 𝕐 𝔸𝕢𝕦𝕚̀ 𝔼𝕤𝕥𝕠𝕪 ❥︎  (PAUSADA SIN INTENCIONES DE CONTINUAR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora